El acusado de abusar de su hija de 15 años lo reconoce y acepta dos años de cárcel
Inicialmente se enfrentaba a seis años, pero tras llegar a acuerdo se le aplican atenuantes de estar bajo efectos de las drogas y de reparación del daño
El acusado de haber abusado sexualmente de su hija en el verano de 2020, cuando ésta tenía 15 años, ha admitido los hechos y ha aceptado dos años de cárcel tras haberse llegado a un acuerdo entre las partes.
En la vista celebrada contra él este lunes en la Audiencia Provincial de Cantabria, el procesado, que inicialmente se enfrentaba a seis años de prisión que pedía el fiscal, se ha mostrado conforme con los hechos imputados y la pena pactada, que se rebaja tras aplicarse las atenuantes de estar bajo los efectos de las drogas y de reparación del daño.
Esta última se debe a que ha pagado ya 1.500 euros de los 6.000 que tendrá que abonar en concepto de responsabilidad civil por los daños morales causados a su hija.
De esta manera, va a ser condenado a dos años de prisión, a un alejamiento y prohibición de comunicar y aproximarse a su hija durante cuatro años, a cuatro años de libertad vigilada, a la privación de la patria protestad hasta que la víctima cumpla la mayoría de edad y a inhabilitación para profesión u oficio con menores durante cinco años.
Además, su abogado ha indicado que solicitará la suspensión de la pena de cárcel.
Según el relato del ministerio fiscal, el día de los hechos el acusado regresó a su vivienda a las cinco de la madrugada y se encontró a su hija dormida en el sofá, por lo que la despertó y le dijo que se fuera a la cama.
Ésta se dirigió a la cama de su padre, ya que en ese domicilio «no tiene habitación propia». A continuación, el acusado se metió en la cama con su hija y, «con ánimo de menoscabar su integridad moral e indemnidad sexual y satisfacer su ánimo libidinoso, comenzó a tocarle el pecho por debajo de la ropa».
«Aunque la menor le puso su mano sobre la de él, no solo no cejó en su empeño, sino que le metió la mano por dentro del pantalón y la ropa interior, consiguiendo la menor retorcerse y, colocándole el codo entre ella y su cuerpo, que la dejara al cabo de unos cinco minutos», explica la fiscalía.
La madre de la menor interpuso denuncia por estos hechos en octubre de 2020. Como consecuencia de la misma, se le impuso una medida cautelar de alejamiento y prohibición de comunicar con la menor.