Sánchez pide reunir a la mesa de partidos catalana, para que todos se impliquen en recuperar «la confianza quebrada»
Rufián le avisa de que si sólo acepta dialogar «arrastrando los pies», crecerá el independentismo
El presidente del Congreso, Pedro Sánchez, ha admitido este miércoles que la resolución del conflicto con Cataluña debería ir «más rápido» y pero ha insistido en que hay que avanzar de forma gradual ser «realistas». En este contexto, ha sugerido la conveniencia de que se reúna la llamada mesa de partidos para que todas las formaciones políticas se impliquen y determinen cómo se puede recuperar una confianza, que ha admitido, ahora está «quebrada».
Así lo ha expuesto Sánchez durante su segunda intervención en el debate monográfico sobre el caso Pegasus que ha tenido lugar en el Congreso. El presidente ha insistido en que en la resolución de este conflicto aún «hay mucho camino por recorrer», ha destacado las «serias dificultades» que se ha encontrado el Gobierno y ha recalcado las diferencias entre ERC y Junts.
Según ha relatado, el pasado mes de septiembre, cuando se reunió con el presidente catalán Pere Aragonès en el marco de la mesa de diálogo, éste le instó a una nueva cita porque existía un problema interno y una parte del Ejecutivo autonómico –Junts– no creía en la mesa.
En respuesta al presidente de Unidas Podemos, Jaume Asens, Sánchez ha reconocido que deben ir «más rápido» en este tema, pero le ha pedido ser «realistas» porque las posiciones de partida de unos y otros son «extraordinariamente lejanas». «Si el independentismo en Cataluña sólo defiende la amnistía y la autodeterminación, tenemos un problema», ha advertido.
UNA NEGOCIACIÓN «GRADUAL»
Ante esto, ha indicado que la solución pasa por una negociación gradual y por tejer la confianza para seguir avanzando y para culminar en una solución democrática y aceptada por la sociedad catalana.
En este sentido, ha apuntado que, igual que el Gobierno reconoce que hay «un problema político en Cataluña», sería bueno que se reuniese la mesa de partidos en esta comunidad para que todas las formaciones puedan dar su opinión sobre cómo volver a recuperar «esa confianza quebrada».
Además, ha reiterado que lamenta que el caso del espionaje haya minado la confianza con el Govern aunque ha apuntado que responderán a estos problemas con más «confianza» y más «diálogo».
Finalmente, ha reprochado a la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, que considere la mesa de diálogo como «poco menos que una broma» y ha subrayado que le resulta paradójico que le insten a sentarse y dialogar y cuando lo hace, su fuerza política no participa.
Además, Sánchez ha sostenido que el 70% de la sociedad catalana no considera la independencia como una prioridad y ha acusado a Junts de quedarse en 2017. «Miren hacia adelante y asuman responsabilidades», le ha lanzado.
JUNTS DICE QUE ESTÁ VETADA EN LA MESA
Después, Nogueras le ha replicado que a su formación se la ha «vetado» de la mesa de diálogo –el partido de Carles Puigdemont sólo acudió a la primera convocatoria de ese foro y se descolgó de la segunda–. También le ha recriminado que haya tratado como «estúpidos» a los parlamentarios este miércoles, limitándose, a dar «una patada hacia delante, como siempre».
En su última intervención, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha pedido al jefe del Ejecutivo que no «compre» el marco mental de la ultraderecha de que las «urnas» y la «política» pueden «originar problemas de convivencia» y le ha vuelto reiterar que «el fracaso de la mesa de diálogo no sería un fracaso de ERC, sino que lo sería «sobre todo de la izquierda española».
«Sería una vez más la decepción de la izquierda española. Mientras ustedes arrastran los pies a esa mesa de negociación están obviando que cada vez que la izquierda española ha decepcionado en Cataluña y en Euskadi ha subido el independentismo, sobre todo el independentismo y el republicanismo de izquierda. Así que, hágaselo mirar», ha remachado.