Rusia rechaza las acusaciones de Japón sobre presuntos sobrevuelos rusos sobre el mar de China Meridional
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha rechazado este miércoles las acusaciones vertidas por las autoridades de Japón respecto a la presunta incursión de aviones militares chinos y rusos sobre el mar de China Meridional y el mar de Japón, también conocido como mar del Este.
La cartera diplomática rusa ha criticado en un comunicado que las acusaciones de Japón pues considera que desde Tokio se está tratando de unos «entrenamientos de las Fuerzas Armadas» chinas y rusas, con la «operación militar especial de Rusia en Ucrania», recoge la agencia Interfax.
Así, la portavoz de Exteriores, Maria Zajarova, ha defendido que la protesta nipona ya ha tenido una respuesta diplomática y ha criticado que es una queja «infundada y ridícula en su forma y contenido». «Al mismo tiempo, se ha hecho una protesta de vuelta a Tokio con respecto a la absurda vinculación de esta gestión la operación militar especial en Ucrania», ha dicho Zajarova.
Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha apuntado que está monitoreando la reciente actividad «esencialmente hostil» del Gobierno japonés, y ha advertido de que Moscú se «guarda el derecho de tomar las medidas apropiadas» para «fortalecer la capacidad de defensa» del país.
Moscú se ha referido así a una serie de supuestos ejercicios militares conjuntos desarrollados en «cerca de las fronteras rusas», una actividad que ven como fruto de la cooperación del Gobierno del primer ministro nipón, Fumio Kishida, con las autoridades de Estados Unidos y la Alianza Atlántica.
El ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, presentó el martes una nota de protesta ante los gobiernos de Rusia y China tras la incursión de aviones militares de ambos países, lo que calificó como una acción de «demostración» y «provocación» contra Japón.
Las autoridades japonesas señalaron que al menos seis aviones habrían participado, mientras que desde el Ministerio de Defensa ruso ya se defendió que se trataba de labores de patrullaje que se habrían realizado cumpliendo «estrictamente» las normas internacionales.
