Investigan una nueva terapia para el cáncer de huesos que evita los efectos secundarios de los tratamientos
La investigadora Cristina Canal Barnils, responsable del PlasmaMEDLab del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales y docente en la Escuela de Ingeniería de Barcelona Este (EEBE), de la Universitat Politècnica de Catalunya BarcelonaTech (UPC), está desarrollando una nueva terapia para el cáncer de huesos, que evita los efectos secundarios de los tratamientos convencionales y que a la vez permite la regeneración ósea cuando ha habido resección quirúrgica del tumor.
Este avance es gracias a una de las ayudas Proof of Concept (PoC) de la European Research Council (ERC). Con el proyecto TRANSFORMER se desarrollará un producto que une por primera vez biomateriales para la regeneración ósea con un tratamiento innovador basado en hidrogeles tratados con gas plasma, que inducen la muerte de las células cancerosas.
«Queremos acercar nuestra tecnología hacia el mercado para que un día esta terapia pueda llegar a beneficiar los pacientes», explica la investigadora Cristina Canal, quien añade que la ayuda le permitirá «avanzar en el desarrollo de esta nueva tecnología, preparándola para el desarrollo clínico y, a la vez, explorar la viabilidad comercial del producto y diseñar un plan de negocio que proporcione una hoja de ruta para atraer inversores».
El osteosarcoma es una enfermedad rara _supone menos del 0,2 % de todos los cánceres que se diagnostican_, que afecta principalmente a niños y adolescentes: representa el 2 por ciento de todos los cánceres que se diagnostican en niños de 0 a 14 años y el 3 % de los que se detectan en adolescentes de 15 a 19 años.
Mejorar la supervivencia de los pacientes con osteosarcoma es uno de los retos que se encaran desde el mundo médico y científico, puesto que la tasa de supervivencia es del 30 por ciento en pacientes con tumores metastáticos. La terapia estándar para tratar el osteosarcoma consiste en extirpar todo el tumor con márgenes negativos, la resección de áreas óseas más grandes que el mismo tumor, para asegurar que no quedan células cancerosas al lado del tejido eliminado.