Los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa para los trasplantados renales diabéticos son seguros
Los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 (iSGLT2) son seguros y eficaces para su uso en pacientes trasplantados renales diabéticos, según un estudio español, que concluye que estos fármacos deberían contemplarse en el tratamiento a estas personas.
La investigación ha demostrado que con el uso de esta terapia se logra una mejoría significativa en la evolución de la enfermedad y en diversos parámetros analíticos, como el control de la glucosa, la proteinuria (la presencia de proteínas en la orina) y varios factores de riesgo cardiovascular, como la tensión arterial, la anemia, los niveles de ácido úrico y magnesio o su peso corporal.
En el estudio han participado profesionales de los Servicios de Nefrología de los Hospitales Clínico San Carlos – que lo ha liderado – y La Paz de Madrid, el Hospital de Cruces de Bilbao, el Hospital Central de Asturias en Oviedo, el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, el Hospital General de Elche, el Hospital Dr. Peset de Valencia, y el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.
La investigación ha sido presentada en el 7º Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET), en el que más de 400 expertos e investigadores nacionales e internacionales se han dado cita en Málaga, del 13 al 15 de mayo.
Las recomendaciones clínicas actuales sitúan a los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 (iSGLT2) como un tratamiento eficaz y seguro en los pacientes con diabetes mellitus (diabetes tipo 2) que tienen un alto riesgo cardiovascular y/o renal, pero sin embargo, las posibles complicaciones limitan su prescripción y uso en los pacientes trasplantados renales con diabetes 2 o que desarrollan diabetes post-trasplante, encontrándose además con poca evidencia científica sobre la eficacia y seguridad de la utilización de esta terapia en este tipo de pacientes.
Es por ello que el estudio se desarrolló con el fin de investigar si los iSGLT2 pueden utilizarse de manera segura en pacientes trasplantados renales con diabetes, analizando la evolución de parámetros analíticos y la aparición de posibles efectos adversos.
El estudio, de carácter observacional retro y prospectivo, ha sido liderado por la doctora Ana Sánchez Fructuoso, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid que ha impulsado el estudio y ha sido el centro que más pacientes ha reclutado. Incluyó 323 pacientes, con una media de 61 años y mayoría de pacientes varones (74%).
El 41% de los pacientes estaban diagnosticados de diabetes antes del trasplante y los iSGLT2 más utilizados fueron empaglifozina (55.8%), seguido de dapaglifozina (23.2%) y canaglifozina (20.6%). Los resultados del estudio mostraron que tras su uso se produjo una mejoría estadísticamente significativa del peso, la tensión arterial, los niveles de glucemia, hemoglobina, hemoglobina glicosilada, magnesio, ácido úrico, y colesterol, con un ligero descenso del filtrado glomerular.
Asimismo, la ratio albumina/creatinina y proteínas/creatinina urinaria disminuyeron significativamente, siendo la mejoría especialmente evidente en los pacientes con niveles de proteínas/creatinina urinaria mayores de 200 mg/g. El tratamiento con iSGLT2 se suspendió en 34 pacientes (10%), siendo la causa más frecuente la infección urinaria y/o pielonefritis, mientras que la pérdida del injerto se produjo en 6 casos, uno relacionado con el uso de iSGLT2. Seis pacientes fallecieron, ninguno relacionado con la utilización de esta terapia.