La Declaración de Santander de FAPE reivindica la libertad de prensa como medio para fortalecer la democracia
«La libertad de prensa está siendo atacada con el objetivo de debilitarla y, de paso, debilitar a la democracia», advierte
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reivindica en la Declaración de Santander la libertad de prensa como medio para fortalecer la democracia.
La FAPE, reunida en Santander con motivo de su centenario, ha manifestado «su firme compromiso con la defensa del libre ejercicio del periodismo como pilar fundamental de nuestra democracia». Un compromiso que «cobra especial relieve en un momento en el que la libertad de prensa está siendo atacada con el objetivo de debilitarla y, de paso, debilitar a la democracia», advierte.
Ante esta situación, la FAPE ha publicado la Declaración de Santander en la que reclama «que cesen los ataques a la prensa y a los periodistas, desarrollados en algunos casos mediante campañas de acoso en las redes para acallar las voces críticas».
También, deplora que «determinados partidos hayan hecho dejación de su obligación de proteger el derecho constitucional a la información veraz y hayan optado por imponer vetos al libre ejercicio del periodismo».
Rechaza rotundamente las ruedas de prensa sin preguntas; la pervivencia de la «ley mordaza»; los vetos al acceso a la información; los señalamientos; los insultos y agresiones a periodistas; el requerimiento de fiscales y jueces para que el periodista revele sus fuentes, y las querellas abusivas de partidos y empresas para frenar las investigaciones periodísticas.
Asimismo alerta de que la precariedad laboral y salarial en las redacciones «es una puerta abierta a las presiones y a la pérdida de la independencia, uno de los principales valores del periodismo».
En la declaración, la FAPE demanda a los editores que «adopten todas las medidas que sean necesarias para mejorar las condiciones laborales y salariales de los periodistas, indignas en muchos casos».
Considera «imprescindible que los periodistas apliquemos en nuestro trabajo diario los valores reflejados en nuestro código deontológico».
«Proclamamos que avalan el buen periodismo la lealtad a los ciudadanos, la búsqueda desinteresada de la verdad para arrojar luz sobre los hechos que se quieren ocultar, la separación de opinión e información, el control independiente de los poderes para exigirles cuentas y el respeto de los derechos de los demás», continúa.
Sostiene que no tienen cabida en el futuro de la prensa «la desinformación, el trincherismo partidista, la difusión de mentiras y discursos de odio, el insulto y el vilipendio, la deshonestidad en el tratamiento de la información y el abandono del periodismo como servicio público esencial para colocarlo al servicio de intereses particulares».
Por lo tanto, insta a los gobiernos, a los partidos y a la sociedad en general a que se unan a la FAPE «en la firme defensa de la libertad de prensa como medio imprescindible para fortalecer la democracia».