Un estadounidense y cuatro chinos acusados en Nueva York de espionaje a disidentes y activistas de DDHH
La Justicia federal estadounidense ha informado este miércoles de que cuatro agentes de inteligencia chinos y un estadounidense de origen chino detenidos en Estados Unidos en marzo han sido acusados de espionaje a disidentes y activistas de Derechos Humanos.
«Los acusados supuestamente conspiraron para silenciar a los críticos de China en Estados Unidos y en el extranjero», ha informado el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado.
«No toleraremos los esfuerzos de China o de cualquier Gobierno autoritario que exporte medidas represivas a nuestro país», ha aseverado el fiscal general adjunto de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia estadounidense, Matthew G. Olsen.
Así, ha explicado que «estos cargos demuestran el compromiso inquebrantable del Departamento de Justicia de hacer rendir cuentas a todos aquellos que violan las leyes al tratar de suprimir las voces disidentes dentro de Estados Unidos e impedir que los residentes ejerzan sus derechos legales».
A sus 73 años, Shujun Wang, nacido en China y con nacionalidad estadounidense, ha sido acusado de haber facilitado a Pekín información, a través de cuatro agentes, sobre opositores y defensores de la democracia y los Derechos Humanos en Hong Kong y Taiwán, así como activistas de las comunidades uigur y del Tíbet.
«Wang ha actuado como un activo de inteligencia encubierto en su propia comunidad, espiando y reportando información sensible sobre prominentes activistas y organizaciones pro-democracia a sus co-acusados, quienes son miembros del Ministerio de Seguridad del Estado del Gobierno chino», ha afirmado el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, Breon Peace.
Asimismo, Wang ayudó a fundar una organización prodemocrática en Queens que se opone al «actual régimen comunista de China». Sin embargo, según los informes judiciales, desde al menos 2011, Wang «ha utilizado su posición dentro de la diáspora china y las comunidades disidentes para recopilar de forma encubierta información sobre destacados activistas de Derechos Humanos».
Según los documentos judiciales, Shujun Wang, de Queens, Nueva York; He Feng, alias Boss He de Guangdong; Ji Jie de Qingdao; Li Ming, alias Elder Tang y Little Li de Guangdong; y Lu Keqing, alias Boss Lu de Qingdao, participaron presuntamente en un plan de espionaje y represión transnacional en Estados Unidos y en el extranjero.
La Justicia estadounidense ha detallado que He, Ji, Li y Lu actuaron como controladores de Wang, dirigiendo a éste para que investigara a personas y grupos específicos que China considera subversivos, como los activistas prodemocráticos de Hong Kong, los defensores de la independencia de Taiwán y los activistas uigures y tibetanos.
Peace ha asegurado que «la acusación pone al descubierto y desbarata una operación de China que amenaza la seguridad y la libertad de los ciudadanos chinos que residen en Estados Unidos a causa de sus creencias y discursos prodemocráticos».
Por su parte, el subdirector ejecutivo en funciones de la División de Seguridad Nacional del FBI, Alan E. Kohler, ha sentenciado en el comunicado: «Si alguien dudaba del Gobierno chino a la hora de silenciar a sus críticos, este caso debería eliminar cualquier incertidumbre».