El puente viejo de Oruña podría abrirse al tránsito peatonal este verano
El Gobierno de Cantabria avanza en los trabajos de reparación de emergencia en el puente viejo de Oruña, con el fin de estabilizar la estructura, después de que esta sufriera un problema de descalce en su cimentación y la práctica desaparición del tajamar a consecuencia de las riadas y de la fuerza del río con el paso de los años. El puente podría ser transitable de manera peatonal este verano, siempre con el objetivo de priorizar «la estabilidad».
Así lo ha dicho el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, quien ha visitado las obras que se están llevando a cabo, tras una inversión que rondará en global el millón de euros que, según ha apuntado, «están llevando tiempo, pero son intervenciones muy necesarias para la estabilidad del puente a futuro» y lograr subsanar las deficiencias que permitan, en una segunda fase, la semipeatonalización del puente.
Actualmente se va a proceder a la estabilización de la cimentación con hormigón para continuar con la reconstrucción del Tajamar de manera «más manual, colocando piedra a piedra», una vez que finalicen los sondeos, para que la apariencia sea la misma que hace 500 años, siempre en coordinación con la Dirección General de Patrimonio Cultural pues se trata de un bien histórico que «debíamos seguir manteniendo como patrimonio de Cantabria».
Además, para poder realizar los trabajos se han efectuado otros auxiliares que han consistido en el cosido y cableado para evitar que la bóveda pudiera caer, que eran necesarios para la seguridad de las actuaciones y que serán retirados cuando éste todo reforzado.
Gochicoa ha estado acompañado, entre autoridades, por el subdirector general de Patrimonio Cultural, Pedro Osaba, y el primer teniente alcalde de Piélagos, Alfredo Rodríguez, que ha agradecido la aportación del Ejecutivo cántabro, así como el «interés» en recuperar una bien muy importante del municipio.