El nuevo líder de ErNE defiende un sindicato «crítico e independiente» y se abre a mejorar las relaciones con Seguridad
Sergio Gómez de Segura espera estar «a la altura» y promete «trabajo y compromiso» desde la continuidad para afrontar los nuevos retos
BILBAO, 18
El nuevo secretario general de ErNE, Sergio Gómez de Segura, ha afirmado que espera poder «estar a la altura» en su nueva responsabilidad» y ha prometido «trabajo y compromiso» para afrontar los nuevos retos de la Ertzaintza desde un sindicato «muy crítico e independiente, al que no gobierna nadie», a la vez que ha confiado en mejorar las relaciones con el Departamento de Seguridad.
Sergio Gómez de Segura ha realizado estas manifestaciones en el Palacio Euskalduna de Bilbao, donde ErNE, sindicato mayoritario en la Ertzaintza, ha celebrado su XI Congreso, en el que Roberto Seijo le ha dado el relevo al frente del sindicato, tras más de 16 años como secretario general.
En el Congreso, en el que, a través de un vídeo, se ha homenajeado a agentes policiales fallecidos en acto de servicio y asesinados por ETA, el nuevo secretario general de ErNE, elegido este martes por unanimidad, ha agradecido el trabajo realizado en el sindicato, entre otros, por su antecesor en el cargo que han logrado que ErNE siga siendo «tan grande como es».
Sergio Gómez de Segura ha pedido paciencia, porque el listón que ha dejado el anterior equipo está «muy alto», y espera estar a la «altura». Según ha indicado, el trabajo, el compromiso y la honestidad «no les van a faltar» y confía en que la nueva Junta Rectora sigan trabajando «por cada uno» de todos los agentes, que es «lo importante».
El nuevo líder sindical ha indicado que afronta «con mucho ánimo» esta nueva responsabilidad y ha señalado que realizarán «un trabajo de continuidad», afrontando los nuevos retos porque hay que dar «un pasito adelante» en relación a las nuevas promociones, las problemas de seguridad ciudadana o el trabajo para mejorar las condiciones de todos los agentes.
Entre sus prioridades, está, según ha apuntado, el «gran» problema delincuencial en la calle o los desórdenes en los grandes eventos deportivos, a lo que hay que «dar una vuelta». En este sentido, ha reclamado una mayor inversión en seguridad pública, sobre todo, en material y formación. Según ha indicado, hay que seguir siendo «punteros» y, para eso, es preciso que «se vuelque» el Departamento de Seguridad y el Gobierno con la Ertzaintza y las policías locales.
Gómez de Segura espera que se puedan mejorar las relaciones con el Departamento de Seguridad y ha asegurado que, por parte de ErNE, las puertas siempre «han estado abiertas» y lo han demostrado, a su juicio, durante los 38 años de existencia del sindicato. «Somos un sindicato que ha pactado los grandes éxitos de la Ertzaintza y nuestra idea es seguir comandando esa negociación, seguimos siendo el sindicato mayoritario y que menos que, al final, intentemos liderar ese trabajo», ha dicho.
Por otra parte, respecto a la relación con el resto de sindicatos de la Ertzaintza, que no han estado presentes en el Congreso, ha indicado que ErNE es un sindicato «muy crítico e independiente» y para poder «departir» piden también «lealtad».
«Empezamos una lucha con otros sindicatos por la carrera profesional y, al final, nos quedamos sin otros sindicatos que parece ser que tenían otros intereses. Lo que más me gusta somos un sindicato independiente y no nos gobierna nadie, nos gobernamos nosotros mismos y cualquiera que al final llegue a un entendimiento con nosotros, va a tener las puertas abiertas», ha manifestado.
ROBERTO SEIJO
Previamente, su antecesor, Roberto Seijo, al que sus compañeros le habían preparado un vídeo con motivo de su despedida al frente del sindicato, ha mostrado su satisfacción de haber estado participando en la dirección del sindicato desde 1996, tiempo en el que han obtenido «grandes logros y mejoras» en materia laboral y profesional.
Tras asegurar que deja la secretaria general en «buenas manos», ha dicho que continuará junto a este nuevo proyecto para poder «sumar» y aportar su experiencia en el sindicato, que es «su segunda familia». Seijo, visiblemente emocionado, no ha olvidado tampoco a su «primera familia», su mujer y su hija.
Seijo ha recordado los orígenes del sindicato, al que, según apuntado, algún responsable político se refirió como «una cuadrilla de amigos». Ha añadido que tenían un objetivo común que era la consecución de una Policía Vasca «civil, democrática, euskaldun y al servicio de toda la sociedad vasca». «Debemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido esta cuadrilla de amigos» ha indicado.
No obstante, ha asegurado que el camino en estos 38 años no ha sido «fácil». Tras recordar la «bienvenida» que les brindó Retolaza de «expulsar a toda la Junta Rectora de la Ertzaintza y crear una sección de ELA/STV», ha afirmado que, en la historia de la Policía vasca, jueces y tribunales «han impuesto el imperio de la ley ante las constantes cacicadas de algunos responsables políticos de Departamento de Interior y Seguridad».
«Obviamente la creación de un sindicato amarillo con todo tipo de prebendas, supuso una ilegítima intromisión en la acción sindical que desplegábamos por aquella época», ha manifestado.
Ha recordado que desarrollaban su labor en un modelo de Estado en construcción surgido de una dictadura, el estado de las autonomías «agravado en Euskadi, más allá de la mitología, por una realidad de persecución nacional y por la percepción de una función policial estrictamente repressiva».
Según ha manifestado, los gestores político de aquella época estaban anclados en una cultura «pseudo militar impidiendo poder adquirir los valores propios de una policía civil y democrática».
También se ha referido en su discurso a la lacra del terrorismo. «Lo más triste para nosotros era comprobar que a los responsables políticos de Interior, gestionar esta situación les generaba auténticas contradicciones. Teníamos la impresión de que la clase política vivía más de manejar el conflicto que de buscar su solución y nosotros estábamos convencidos de que la eficacia policial no solo no era contraproducente, sino que facilitaba la salida política democrática», ha agregado.
Seijo ha aprovechado para mostrar su reconocimiento a las víctimas de todas las manifestaciones de terrorismo y ha asegurado que constituyen una «referencia ética» para el sistema democrático». «Nos toca seguir currando a tope», han sido sus palabras de despedida.
INVITADOS
En el Congreso, han estado presentes, entre otros, el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte, así como la directora de la Ertzaintza, Victoria Landa, y la viceconsejera de Administración y Servicios del Gobierno vasco, Miren Goitia Gabiola, quienes han abandonado el Congreso, tras la apertura del acto, para acudir a un reunión prevista.
Además, han asistido miembros del SUP, de la Policía Nacional; del SPC, de los Mossos d Esquadra; del SPF, de la Policía Foral de Navarra, de UGT Euskadi, como su secretario general, Rául Arza, Satse, y representantes políticos, entre ellos, parlamentarios del PP, así como otras asociaciones.
También ha acudido el presidente de Eurocop, Confederación europea de Policía, Calum Steele, quien ha subrayado los «remarcables» logros de ErNE que se han demostrado «con 20 años ganando unas elecciones». Según ha dicho, la violencia contra los agentes de policía y los problemas de salud metal son «cómunes» en Europa y ahora han surgido nuevos retos derivados de la pandemia y la guerra de Ucrania, que, aunque parece que «quede lejos», tiene unas consecuencias directas en la sociedad y en los propios agentes de la policía.
También ha aludido a otros problemas a los que tendrán que hacer frente, dentro de su labor policial, como la explotación infantil o la inmigración procedente de África y, ante todos estos retos, ha lamentado que los políticos solo tengan una visión «de aquí y ahora» y les ha pedido que valoren «en su justa medida» los servicios policiales.