Marlaska celebra que Marruecos sea un «socio fraternal» tras reabrir fronteras pero no «especula» sobre Pegasus y Sáhara
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha celebrado este martes que Marruecos sea para España un «socio fraternal» tras proceder a la reapertura de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, aunque ha evitado «especular» sobre las dudas que apuntan al país alauita como responsable del espionaje con el programa Pegasus o que relacionan la situación actual con el giro sobre el Sáhara Occidental.
«Las relaciones con Marruecos son absolutamente importantes, relevantes, estratégicas», ha defendido Grande-Marlaska en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, recogida por Europa Press, en la que ha añadido que la amistad entre ambos países tiene que ver con la constatación de que son «socios indefectiblemente y necesariamente fraternales».
El ministro del Interior ha defendido que los pasos fronterizos cuentan con los medios policiales necesarios tras reabrirse de forma gradual el tráfico de personas transcurridos dos años desde un cierre que coincidió con el inicio de la crisis por el Covid-19. En un principio solo pueden acceder a España ciudadanos de la UE o con documentación en vigor para circular por el espacio Schengen, y a partir del 31 de mayo, también los trabajadores transfronterizos.
ENTRADA MASIVA DE MIGRANTES HACE UN AÑO
Grande-Marlaska se ha mostrado cauto al ser preguntado por la apertura total de las fronteras al señalar que a partir del 31 de mayo el grupo de trabajo hispano-marroquí lo que espera es «haber avanzado también en el resto de personal y material de mercancías». El Gobierno insiste en que Melilla recuperará su aduana y que se instalará otra en Ceuta para combatir el contrabando.
El titular del Interior ha evitado relacionar la reapertura de las fronteras con el respaldo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al plan marroquí sobre el Sáhara que dio inicio a la nueva etapa entre ambos países, dejando atrás la crisis por la entrada de unos 10.000 migrantes en Ceuta hace justo un año.
«Hubo un desencuentro como es propio entre países hermanos», ha señalado Grande-Marlaska en referencia a la entrada masiva de migrantes en Ceuta ante la pasividad de la policía marroquí, algo que ya no ocurre ahora, según el ministro, que ha indicado que la colaboración es plena para frenar la salida de pateras y combatir la trata de personas dentro de la «nueva relación para el siglo XXI».
PEGASUS Y POLICÍAS EN LA FRONTERA
Como ya hiciera la semana pasada en un acto por el 178 aniversario de la fundación de la Guardia Civil, Grande-Marlaska ha calificado de «hechos graves» el espionaje con el programa Pegasus y el robo de más de 6 gigas del que fue víctima el propio ministro del Interior. No obstante, ha pedido «tranquilidad»: «Los móviles y dispositivos de cualquier carácter informático están perfectamente monitorizados y controlados; no hay ningún problema que pueda afectar a la seguridad del Estado».
Grande-Marlaska ha vuelto a negar que la Policía y la Guardia Civil cuenten con el programa israelí Pegasus, señalando que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajan con Sitel, que requiere de una «clave judicial» como autorización previa para la intervención de comunicaciones en investigaciones tuteladas por los tribunales.
También ha refutado la crítica de sindicatos policiales por la precipitación y falta de medios en la reapertura de la frontera al contrastar la pérdida del 10% de la plantilla en Ceuta y Melilla en los años de gobierno de Mariano Rajoy con la recuperación de efectivos en la misma proporción.
Además, ha mencionado la caída del índice de criminalidad y la inversión de 50 millones en obras del perímetro fronterizo y otros 6 millones para la puesta a punto de la llamada «frontera inteligente», así como las visitas de Pedro Sánchez a Ceuta y Melilla y los planes específicos para ambas ciudades norteafricanas.