Un estudio compara el entrenamiento de fuerza frente al entrenamiento de potencia sobre la función física en adultos
Investigadores de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) han sugerido en un estudio que el entrenamiento de fuerza puede estar asociado con una ligera mejora en la función física, en comparación con el entrenamiento de fuerza tradicional.
El estudio se ha publicado en Jama y ha evaluado si el entrenamiento de potencia (PT) frente al entrenamiento de fuerza tradicional se asocia con la mejora de la función física en adultos mayores.
Para ello, se ha incluido un total de 20 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) en los que participaron 566 adultos mayores, con una edad media de 70,1 años. Para los resultados primarios, el PT se asoció con una mejora en la función física con evidencia de certeza baja en 13 ECA La evidencia se disminuyó en 2 niveles por alto riesgo de sesgo e imprecisión para la función física e imprecisión muy grave para la función física autoinformada.
En esta revisión sistemática y metanálisis, el PT se asoció con una mejora modesta en la función física en comparación con el entrenamiento de fuerza tradicional en adultos mayores sanos que viven en la comunidad. Sin embargo, se requieren ECA más grandes y de alta calidad para establecer conclusiones más definitivas.
Los investigadores señalan que los resultados primarios preregistrados fueron la función física y la función física autoinformada: la función física incluyó tanto resultados compuestos (p. ej., Puntaje de batería de rendimiento físico corto, Rendimiento funcional físico de escala continua) como medidas individuales de función relacionadas con la potencia (pararse en una silla, Levantarse). & Go, subir escaleras).
La función física autoinformada se determinó mediante cuestionarios validados. Los resultados secundarios incluyeron fuerza y potencia de la parte inferior o superior del cuerpo; masa muscular, masa magra o grosor muscular; velocidad de marcha habitual y rápida; equilibrio estático, dinámico o reactivo; y eventos adversos.
En definitiva, se ha observado que el entrenamiento de potencia requiere que la persona mueva el peso más rápido en la fase de levantamiento. Esta directiva puede ser un desafío, especialmente en personas muy mayores o con problemas cognitivos. Sin embargo, al igual que el entrenamiento de fuerza tradicional, el PT se puede realizar utilizando máquinas de pesas, máquinas neumáticas o peso corporal y, por lo tanto, no hay costos adicionales ni problemas de viabilidad.
Además, no ha habido un aumento en los efectos adversos o eventos adversos graves informados. Sin embargo, el bajo número de eventos adversos debe interpretarse con cautela debido al pequeño tamaño de la muestra de los estudios incluidos y al informe insuficiente