La AIReF ve «factible» la nueva previsión de PIB para 2022 del Gobierno, pero alerta de riesgos a la baja
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) considera «factible» la previsión de crecimiento del PIB del 4,3% proyectada por el Gobierno para 2022, pero ha advertido de «riesgos a la baja» derivados del actual contexto económico.
El organismo señala en un comunicado que este crecimiento del 4,3% se encuentra en línea con sus últimas previsiones y es «prudente» respecto a lo previsto recientemente por el consenso y algunas instituciones nacionales e internacionales.
La AIReF también considera «factible» la gradual moderación del crecimiento que plantea el Gobierno en el medio plazo, con incrementos del PIB del 3,5% en 2023, del 2,4% en 2024 y del 1,8% en 2025.
No obstante, la institución alerta de que el balance de riesgos «se encuentra sesgado a la baja», especialmente a corto plazo, debido a la guerra de Ucrania, el Covid y el riesgo de que se intensifiquen las tensiones inflacionistas.
Al mismo tiempo, el organismo que preside Cristina Herrero constata que el escenario macroeconómico del Gobierno no ofrece detalles sobre el impacto del Plan de Recuperación y recomienda al Ejecutivo «hacer un esfuerzo de transparencia y ofrecer más información sobre su ejecución».
En las próximas semanas, la AIReF publicará un informe sobre el Programa de Estabilidad, en el que se realizará una evaluación completa de la Actualización del Programa de Estabilidad para los años 2022 a 2025.
El escenario macroeconómico del Gobierno para el período 2022-2025 se encuentra en el rango central de las bandas de confianza estimadas por la AIReF sobre la base de sus propios escenarios, tanto a precios constantes como corrientes.
No obstante, señala la AIReF, «la crisis energética, los problemas de suministro en las cadenas de producción que se vienen observando desde mediados de 2021 y la persistencia de la pandemia, proyectan una incertidumbre extrema sobre la economía, que se ha intensificado con el estallido de la guerra de Ucrania».
El organismo considera que las revisiones a la baja del crecimiento que ha efectuado el Gobierno se encuentran justificadas por la crisis energética y la escasez de inputs intermedios observadas desde 2021 que, agravadas por la invasión de Ucrania, «han acabado derivando en un escenario de menor crecimiento e inflación alta y persistente».
En el ámbito de los precios, la AIReF señala que la previsión de crecimiento del deflactor implícito del PIB realizada por el Gobierno es «plausible» a lo largo del horizonte de previsión.
En concreto, las previsiones del Gobierno plantean un fuerte incremento del deflactor del PIB en 2022 y un cierto grado de persistencia en 2023, con tasas de avance del 4% y el 2,4%, respectivamente, registrando posteriormente una moderación. Estas tasas se sitúan en el rango central de probabilidad estimado por la AIReF a partir de sus propios escenarios.
RIESGO DE ESPIRAL DE AUMENTO DE PRECIOS Y SALARIOS
El organismo advierte de que las tensiones inflacionistas que emergieron en 2021 «podrían intensificarse y hacer más adverso el binomio crecimiento-inflación» frente a lo esperado por el Gobierno y la mayoría de los analistas, incluida la propia AIReF.
Así, alerta de que la intensidad de los incrementos de precios y la expectativa de una mayor persistencia «puede desencadenar espirales de aumento de precios y salarios». «Ello podría provocar un mayor endurecimiento de la política monetaria y un empeoramiento en las condiciones de financiación que lastraría el consumo y la inversión», precisa.
Por otro lado, considera que si se acentúan los cuellos de botella y se intensifican las tensiones inflacionistas el impulso al crecimiento económico asociado al Plan de Recuperación «podría verse mermado».
«La sucesión de perturbaciones observadas en el lado de la oferta resulta particularmente adversa para algunos sectores centrales en el desarrollo del Plan de Recuperación, como el automóvil, la digitalización y la transición energética», sostiene.