Una molécula clave en las dietas keto podría ser útil para prevenir y tratar el cáncer colorrectal, según un estudio

Una molécula producida en el hígado en respuesta a las dietas cetogénicas bajas en carbohidratos, también conocida como keto, tiene un potente efecto de supresión del crecimiento de los tumores colorrectales y podría ser útil como prevención y tratamiento de estos cánceres, según un nuevo estudio de investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).

En el estudio, publicado en la revista científica Nature , los investigadores descubrieron inicialmente que los ratones sometidos a dietas cetogénicas bajas en carbohidratos y altas en grasas presentan una sorprendente resistencia al desarrollo y crecimiento de tumores colorrectales.

Los científicos rastrearon entonces este efecto hasta el beta-hidroxibutirato (BHB), una pequeña molécula orgánica producida en el hígado en respuesta a las dietas cetogénicas o a la inanición.

«Nuestros resultados sugieren que esta molécula natural, el BHB, podría convertirse algún día en un elemento estándar de la atención y la prevención del cáncer colorrectal», afirma el coautor del estudio, el doctor Maayan Levy.

El cáncer colorrectal es uno de los tipos de cáncer más comunes y mata a más de 50.000 estadounidenses al año, lo que lo convierte en la tercera causa de mortalidad por cáncer del país. El consumo de alcohol, la obesidad, la carne roja y las dietas bajas en fibra y altas en azúcar se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.

En el estudio, los investigadores se propusieron determinar, con experimentos en ratones, si distintos tipos de dieta podían inhibir el desarrollo y el crecimiento del cáncer colorrectal. Sometieron a seis grupos de ratones a dietas con distintas proporciones de grasa y carbohidratos, y luego utilizaron una técnica química estándar que normalmente induce tumores colorrectales.

Descubrieron que las dos dietas más cetogénicas, con una proporción del 90 por ciento de grasa en relación con los carbohidratos, una utilizaba manteca de cerdo y la otra Crisco (principalmente aceite de soja), evitaban el desarrollo de tumores colorrectales en la mayoría de los animales que seguían esas dietas.

En cambio, todos los animales sometidos a las demás dietas, incluidas las bajas en grasas y altas en carbohidratos, desarrollaron tumores. Incluso cuando los investigadores empezaron a alimentar a los ratones con estas dietas después de que los tumores colorrectales hubieran empezado a crecer, las dietas mostraron un «efecto de tratamiento» al ralentizar notablemente el crecimiento y la proliferación de los tumores.

En experimentos posteriores, los científicos determinaron que esta supresión de tumores está asociada a una producción más lenta, por parte de las células madre, de nuevas células epiteliales que recubren el colon.

En última instancia, rastrearon esta ralentización del crecimiento de las células intestinales hasta el BHB, producido normalmente por el hígado como parte de una «respuesta de hambre», y desencadenado en este caso por las dietas ceto bajas en carbohidratos.

Se sabe que el BHB funciona como una fuente de combustible alternativa para los órganos clave en condiciones de baja en carbohidratos. Sin embargo, los investigadores demostraron que no sólo es una fuente de combustible, sino también una potente señal de ralentización del crecimiento, al menos para las células del revestimiento intestinal.

Pudieron reproducir los efectos supresores de tumores de las dietas cetogénicas simplemente administrando a los ratones BHB, ya sea en el agua o mediante una infusión que imita la secreción natural de la molécula por parte del hígado.

El equipo demostró que el BHB ejerce su efecto ralentizador del crecimiento de las células intestinales mediante la activación de un receptor de superficie denominado Hcar2. Éste, a su vez, estimula la expresión de un gen ralentizador del crecimiento, Hopx.

Los experimentos con células de revestimiento intestinal de seres humanos demostraron que el BHB tiene el mismo efecto ralentizador del crecimiento en estas células, a través de las versiones humanas de Hcar2 y Hopx. Las células tumorales colorrectales que no expresan estos dos genes no respondieron al tratamiento con BHB, lo que sugiere su utilidad como posibles predictores de la eficacia del tratamiento.

«Es necesario realizar ensayos clínicos sobre la administración de suplementos de BHB antes de poder hacer cualquier recomendación sobre su uso en la prevención o el tratamiento», detalla Thaiss.

Los investigadores están preparando ahora un ensayo clínico de este tipo sobre el BHB, que está ampliamente disponible como suplemento dietético, en pacientes con cáncer colorrectal. También siguen estudiando los posibles efectos anticancerígenos del BHB en otras partes del cuerpo, y están investigando los efectos de otras moléculas producidas en condiciones cetogénicas.

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