El 10% de las personas que sufren acúfenos experimentan problemas psicológicos

El 10 por ciento de las personas que sufren acúfenos experimentan problemas psicológicos, según ha señalado el doctor Jordi Coromina, quien desde el Hospital Teknon impulsó una unidad dedicada en exclusiva a pacientes con acúfenos, siendo uno de los primeros de España en hacerlo.

El experto se ha pronunciado así con motivo de la celebración, el próximo lunes 25 de abril, del día mundial de las personas con acúfenos, una problemática que se describe como la percepción de un ruido en los oídos o en la cabeza, sin que exista una fuente exterior de sonido.

Hoy en día afecta al 10-15 por ciento de la población adulta a nivel global y, hasta la fecha, no existe una cura definitiva. Además, en España, diferentes otorrinolaringólogos han investigado su origen y las posibles causas. .

«Hay muchos pacientes con acúfenos y esto afecta directamente a su calidad de vida. De hecho, en el 10 por ciento se producirán consecuencias psicológicas, incluso provocando la depresión. Nuestro compromiso es acompañar al paciente en este proceso, intentando aportar soluciones para que pueda disfrutar de una vida lo más normal posible», ha explicado Coromina.

Hay múltiples causas que pueden dar origen a la aparición de los acúfenos: exposición a sonidos excesivamente elevados; alteraciones no asociadas al oído (incluso la infección por SARS-CoV-2 podrían causar acúfenos); ingesta de fármacos (en más de 200 fármacos se ha comprobado la aparición de acúfenos como un efecto secundario). Sin embargo, en otros casos no hay una causa conocida o justificada.

En cuanto a los tratamientos, el que se ha demostrado más efectivo es la neuroestimulación bimodal, es decir, la combinación de pulsos eléctricos suaves en la lengua con estimulación sonora para impulsar la neuroplasticidad en el cerebro, lo que reduce los síntomas de los acúfenos.

Según diversos estudios, el 85 por ciento de los pacientes que probaron este método experimentaron una reducción de sus síntomas, medidos por el THI, tras seis a 12 semanas de tratamiento con Lenire.

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