Aragonès tiene «confianza cero» en Sánchez y ve «inviable» colaborar sin depurar responsabilidades por el espionaje

La CUP avisa a ERC de que su relación con el Gobierno no puede seguir igual: «No puede actuar con normalidad en la mesa de diálogo»

El presidente de la Generalitat y líder de ERC, Pere Aragonès, asegura tener «confianza cero» en el Gobierno de coalición por el caso del presunto espionaje a políticos independentistas y considera «inviable» colaborar con el presidente Pedro Sánchez si no depura ya responsabilidades por lo que considera «el mayor escándalo de espionaje la democracia».

En declaraciones en el Congreso, donde se ha reunido con otros partidos independentistas y con Unidas Podemos, Aragonès ha querido dejar claro que este asunto del supuesto espionaje generalizado con el programa Pegasus exige «explicaciones ya» y asunción de responsabilidades.

«El solo paso del tiempo no va a ser la fórmula que el presidente o el Gobierno puedan tomar», ha advertido, remarcando que las medidas deben ser «claras, concretas e inmediatas» y que estas explicaciones «no se pueden eternizar».

A su juicio, «la pelota está en el tejado del Gobierno» y es él quien debe decidir «hasta qué punto es transparente y cuál es el nivel de responsabilidades que piensa asumir». Enm todo caso, cree que debe hacerse desde el «máximo nivel» y con medidas «claras, concretas e inmediatas».

Y preguntado si este asunto puede influir en los apoyos que el Gobierno de coalición necesita para sacar adelante sus medidas, el presidente de la Generalitat ha indicado que en estos momentos tiene «confianza cero» en el Gobierno y que, mientras no se restaure, la colaboración es «inviable».

ES IMPRESCINDIBLE RESTAURAR EL JUEGO LIMPIO

«Si has sido espiado no puede haber una relación de confianza, es imprescindible que se restaura el juego limpio, la intimidad y privacidad que nos ha sido vulnerada y que se garantice que el espionaje no forma parte de la forma de hacer política en España», ha sentenciado.

En este contexto, ha hecho hincapié en que es «imprescindible» que el Gobierno lleve a cabo una investigación interna con supervisión independiente para aclarar a quién se ha espiado, quién dio la orden, quién lo supervisó, quien lo autorizó y qué se ha hecho con esta información, así como que se dé vía libre a una investigación en el Congreso y que se asuman responsabilidades.

Además, ha querido dejar claro que este asunto no se va a resolver simplemente con una conversación o reunión privada entre él y el presidente Sánchez –para la que no hay fecha– sino que se trata de tomar «decisiones».

SÁNCHEZ NO PUEDE PRETENDER QUE TODO SIGA IGUAL

El presidente catalán no ha querido adelantar si esa falta de confianza en el Gobierno se notará ya en los votos de ERC cuando la semana que viene se convalide el decreto de medidas anticrisis, pero ha reiterado que si Sánchez pretende que le sigan dando apoyo tiene que «tomar decisiones y llegar hasta el final».

«No puedes pretender que todo continúe igual. A partir de las decisiones que tome o no tome el Gobierno también el Gobierno de la Generalitat y los partidos políticos van a tomar sus decisiones sobre el futuro de la legislatura».

«Si hoy se ha intervenido mi móvil, mañana puede ser intervenido el de cualquier electo, el de cualquier responsable gubernamental, no hay excusas que valgan, por defender la independencia de Cataluña no tenemos menos derechos que cualquier otro ciudadano», ha argumentado, en respuesta a los partidos que ya han adelantado que no apoyarán una investigación en el Congreso.

JUNTS: O EXPLICACIONES O SON CÓMPLICES

Para la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, el supuesto espionaje abre es una crisis «enorme» que exige respuestas: «PSOE y Podemos deben decidir como lo afrontan esta enorme crisis: O dan explicaciones o son cómplices», subraya.

Nogueras, que asegura que hace un año una amiga le avisó de que su teléfono estaba pinchado, sostiene que el sistema está «podrido» y que «no hay confianza en el Gobierno y en el Estado», e incluso se ha quejado de que los medios españoles están dando «poca cobertura» a este asunto, lo que en su opinión refleja que son valientes con los independentistas pero cobardes con el Estado.

Y también salpica al Congreso y a su presidenta, la socialista Meritxell Batet, a la que reprocha que en ningún momento se ha interesado por este tema pese a que los dispositivos supuestamente pinchados los había proporcionado la Cámara baja.

Desde la CUP, Mireia Vehí y Albert Botran, han apuntado directamente a Sánchez y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), recalcando que la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, «dejó caer» que el responsable fue el espionaje español. De ser así, subrayan, el asunto tuvo que pasar por el Tribunal Supremo y llegar a la mesa del propio presidente, por lo que es él quien tiene que aclarar por qué lo autorizó.

Ante este escenario, Vehí ha avisado de que las relaciones de ERC con el Gobierno no puede «seguir igual». «No puede seguir actuando con normalidad en la mesa de diálogo, no entenderíamos que la línea continuara siendo la misma», ha indicado.

LA CUP IMPLICA A BATET

Además, desde la CUP insiste también en pedir cuentas a la Mesa del Congreso y en especial a su presidenta, la socialista catalana Meritxell Batet, puesto que se intervinieron móviles de la Cámara y se habría tenido acceso a información parlamentaria oficial y también, indirectamente, de otros diputados.

También el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, ha exigido que se asuman responsabilidades por el espionaje y ha avisado de que esto no es «un calentón de primavera» que vaya a partir, sino que el Gobierno tiene que «tomar nota» en vez de «encubrir, tapar y esconder» el asunto.

«El Gobierno no puede decir no lo sé y todo son secretos oficiales, si hay autorización judicial, deberá aparecer; si no aparece, es que no la hay y, si no la hay el responsable es del Estado y el Gobierno», ha dicho.

TAMBIÉN BILDU Y PNV

En la reunión mantenida en el Congreso, los partidos independentistas catalanes se han comprometido a seguir presentando iniciativas sobre este tema, además de la comisión de investigación que registraron el día anterior. En ese sentido, ultiman peticiones de comparecencia y preguntas orales y escritas al Gobierno.

A la cita ha acudido también Bildu, cuya portavoz, Mertxe Aizpurua, ha acusado al Gobierno de «minusvalorar la gravedad» de un «espionaje político» que «no puede quedar impune». «El Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto con urgencia. Esto no puede quedar así. Su inacción puede tener consecuencias políticas», ha avisado.

Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha mantenido un contacto telefónico con Aragonès, tras el que se ha mostrado «profundamente preocupado». «Nadie, y me incluyo, tiene certeza de no ser espiado por los servicios de inteligencia. Es grave en cualquier caso, pero siendo representantes políticos pone aun más de relieve el nivel de calidad democrática del propio sistema de gobierno», ha escrito en un mensaje de Twitter, recogido por Europa Press.

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