Borrell admite que la independencia energética de Rusia tendría que haber comenzado antes y pide «autocrítica»
Descarta la posibilidad de que Europa conforme un Ejército común
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha reconocido este miércoles que Europa tendría que haber comenzado a independizarse energéticamente de Rusia en 2007 y ha pedido hacer «autocrítica» y entonar «el mea culpa «.
En un evento en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, en Madrid y organizado por la Fundación FEINDEF, Borrell ha recordado que el presidente ruso, Vladimir Putin, ya adelantó en 2007 que consideraba que Rusia se había quedado postergada y que esa orden no le convenía.
«Pensamos que era broma», ha indicado, antes de puntualizar que años más tarde, en 2014, Rusia se anexionó Crimea. «Tenemos que entonar un poco el mea culpa y hacer autocrítica (…) tendríamos que haber empezado a disminuir la dependencia energética de Rusia», ha continuado.
En este sentido, y con la posibilidad de que los socios impongan un embargo al petróleo y al gas ruso en un futuro paquete de sanciones sobre la mesa, se ha congratulado porque «cada país disminuye rápidamente, sin necesidad de que haya habido un acuerdo e incluso los más dependientes», la compra de estas materias primas a Moscú.
«En los próximos consejos se van a discutir medidas tipo prohibición», ha confirmado, pero ha apuntado que la independencia energética de Europa sólo puede lograrse con el desarrollo de las energías renovables y el hidrógeno, y no con una vuelta a otras fuentes de energía, como el carbón.
Borrell también se ha referido a la necesidad de que la Unión Europea fortalezca sus capacidades militares y que estas sean «más mancomunadas». Su intervención ha versado sobre la Brújula Estratégica , una estrategia común de defensa en el seno del bloque con la que se ganará en capacidad militar y permitirá una mejor coordinación de los esfuerzos nacionales en este ámbito.
El jefe de la diplomacia europea ha destacado el actual contexto europeo, con la guerra en Ucrania como protagonista, en el marco de la aprobación de la estrategia. «Europa debe ser proveedor de seguridad para un mundo en paz», ha considerado, remarcando que «llega en un momento en el que Europa está en peligro». «La magnitud de las amenazas exige elevar nuestro nivel de intervención», ha agregado.
Además, ha expresado que la hoja de ruta «marca un antes y un después para la seguridad y la defensa de Europa» y «constituye una señal inequívoca de unidad y determinación» para que los europeos «actúen conjuntamente».
Borrell ha hecho hincapié en la importancia de la inversión en el ámbito de la defensa «para estar mejor preparados» y «mitigar las dependencias estratégicas». «De la inversión depende asegurar la supervivencia del modelo europeo», algo que tiene «un coste», según el Alto Representante, que no obstante ha pedido invertir más, pero también «mejor».
«El orden internacional basado en reglas está cada vez más cuestionado y eso hace imperativo que Europa aumente sus capacidades defensivas», ha insistido, pidiendo «llevar el documento a la práctica».
UN EJÉRCITO EUROPEO NO ESTÁ EN LA AGENDA
Por otro lado, Borrell ha descartado la creación de un Ejército europeo común en un futuro cercano. «El concepto no está en la agenda», ha señalado, antes de indicar que los ejércitos son «expresión de la soberanía nacional».
«Eso no quiere decir que en un futuro lejano se pueda pensar, pero siendo realistas no está en la agenda», ha insistido, antes de hacer un llamamiento para «hacer las cosas paso a paso».
La Brújula Estratégica es, así, «algo común pero no único», según sus palabras. Lo que se busca es, en cambio, hacer que los ejércitos sean «interoperables» y «actúen conjuntamente». «La UE no es una alianza militar, no está concebida para eso», ha remachado.
LA SEGURIDAD NO ES «UNA OPCIÓN MÁS»
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, también presente en el evento, ha incidido en que «la agresión rusa a Ucrania ha cambiado la manera de pensar la defensa europea para siempre» y ha urgido a no pensar en este concepto como «en una opción más».
«Existe una amenaza tangible a nuestra seguridad», ha indicado, al tiempo que ha explicado que el contexto actual también pone en juego dos modelos, el «nacionalista, imperialista y autoritario» de Putin y el que está basado en la democracia y el Estado de Derecho de Europa.
«Es un órdago sin paliativos sobre todos nuestros principios, que rigen el orden europeo y que nos han permitido disfrutar de las mayores décadas de bienestar», ha continuado.
Haciendo un repaso por la respuesta aliada y española a la invasión, ha destacado la «defensa a los valores y la seguridad» por encima de «los intereses económicos». Además, ha recalcado que la base de la respuesta común ha sido la unidad y el consenso, algo que se busca escenificar con la cumbre de la OTAN que acogerá Madrid en junio.
«La unidad para hacer frente a los desafíos», ha remarcado. «La unión de ambos (UE y OTAN) ha quedado plenamente constatada en la respuesta común a la invasión», ha continuado. Además, a su juicio, la Brújula Estratégica consigue plasmar la «voluntad de reforzar la cooperación» de los Veintisiete.
Por último, Albares ha pedido no olvidar «otros escenarios fundamentales para la seguridad española y europea», mencionando específicamente el flanco sur y el Sahel. Así, ha mencionado la presencia de grupos de mercenarios rusos en Malí, por ejemplo. «Las amenazas del sur son cada vez más las amenazas rusas del sur», ha matizado.