El FMI alerta del riesgo de fragmentación en la eurozona por la retirada del BCE del mercado
El anuncio del final de las compras de activos y el esperado comienzo del proceso de normalización de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) pueden contribuir a un endurecimiento de las condiciones financieras en la eurozona, subrayando el riesgo de fragmentación del mercado en la región, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este sentido, la institución internacional advierte de que los diferenciales de la deuda a diez años de los países del sur de la zona euro, incluyendo España, Italia, Grecia y Portugal, se han ampliado tras el anuncio del final de las compras de activos del BCE hasta situarse por encima de los niveles observados antes de la pandemia en relación al rendimiento del bund , el bono alemán a diez años.
Si bien siguen siendo bajos en términos históricos, los diferenciales de los países del sur de Europa se han ampliado desde que el BCE anunció su intención de reducir las compras de activos, «lo que subraya el riesgo de fragmentación del mercado en la zona del euro», apunta el FMI en su Informe de Estabilidad Financiera Global (GFSR).
En este sentido, advierte de que la anunciada liquidación de las compras de activos del banco central de la zona euro puede contribuir a un endurecimiento de las condiciones financieras en la región, coincidiendo con las consideraciones sobre la necesidad de adoptar un estímulo fiscal adicional en Europa para amortiguar el impacto de la guerra en Ucrania, incluido gasto futuro en defensa y clima.
A nivel general, el FMI reconoce que la normalización de la política monetaria de los bancos centrales de las economías avanzadas implica «caminar sobre la cuerda floja» de luchar contra la elevada inflación y salvaguardar la recuperación en un momento de mayor incertidumbre sobre las perspectivas.
De este modo, subraya que el esfuerzo para reducir la inflación de acuerdo con los objetivos de estabilidad y prevenir el desanclaje de las expectativas de inflación requiere de una comunicación cuidadosa y de medidas para prevenir un endurecimiento desordenado de las condiciones financieras.
«Tal endurecimiento, especialmente si interactúa con vulnerabilidades financieras, podría plantear riesgos para la estabilidad financiera y pesar sobre el crecimiento», advierte el FMI.