Zelenski recurre a Guernica para conminar a España a ayudar a Ucrania frente a Rusia
Pide expresamente a empresas españolas como Porcelanosa o Maxam que dejen de hacer negocios con Rusia
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha equiparado la situación que atraviesa actualmente Ucrania con la vivida en la localidad de Guernica en 1937, bombardeada por la aviación alemana, durante la Guerra Civil española. También ha pedido que empresas españolas como Porcelanosa, Maxam o Sercobe dejen de hacer negocios con Rusia.
En su discurso, que han seguido diputados y senadores en el Pleno del Congreso de los Diputados mediante videoconferencia y con subtítulos, el mandatario ha dicho que «estamos en abril de 2022» pero parece «abril de 1937», en la Guerra Civil española, cuando Guernica fue bombardeada por la Legión Cóndor alemana y su población tuvo que esconderse en sótanos como hacen ahora los ucranianos ante la invasión por parte de Rusia.
Zelenski ha venido haciendo menciones específicas a acontecimientos y situaciones históricas en los distintos países en sus discursos ante los Parlamentos con el fin de interpelarles a actuar frente a Rusia y su presidente, Vladimir Putin, como también ha hecho hoy en el caso de los españoles.
Así les ha querido poner en situación de lo que está ocurriendo y les ha pedido que se imaginen «a las madres que escriben con bolígrafo en la espalda de su hijo su nombre y un contacto de alguien cercano por si los ocupantes matan a los padres para que este niño tenga una pequeña posibilidad de ser salvado».
Igualmente, ha destacado que en muchas ciudades, como Mariúpol, donde el 90 por ciento de los edificios han sido destruidos, la población vive sin agua, sin comida y sin medicamentos y los muertos son enterrados en sus propios patios.
RUSIA NO SE QUEDARÁ EN UCRANIA
El presidente ucraniano ha advertido de que Rusia «no busca la paz» y no se quedará en Ucrania, donde quiere no solo acabar con el pueblo ucraniano sino con su «posibilidad de vivir sin dictadura» y de «elegir ser una democracia», sino que quiere acabar con la diversidad en «toda la región y en toda Europa».
«No sabemos cuánto puede durar esta guerra», ha reconocido, reclamando «sanciones lo más contundentes posibles» contra Rusia, criticando que se siga permitiendo que los bancos rusos generen beneficios, se siga comprando petróleo ruso o que algunas empresas europeas sigan comerciando con este país.
En este punto, Zelenski ha celebrado que «muchas compañías españolas han parado de funcionar en Rusia», a las que ha dado las gracias, al tiempo que se ha dirigido expresamente a otras «como Maxam, Porcelanosa y Sercobe», a las que ha pedido que «dejen de hacer negocios con Rusia», poniendo énfasis en que el Ejército ruso está cometiendo «crímenes de guerra» como se ha podido ver en Bucha y otras localidades.
El mandatario ha dejado claro que lo que está en juego en su país no es solo su destino sino los valores que le unen con Europa como la democracia o los Derechos Humanos y ha conminado a «hacer todavía más para que Rusia empiece a buscar la paz, para que empiece a respetar el Derecho Internacional».
NO HAY QUE TENER MIEDO
«En Europa todo el mundo debe dejar de tener miedo, debe ser fuerte, debe poner los valores de la democracia por delante de las amenazas rusas», ha conminado. «Ustedes nos pueden ayudar, valoramos el apoyo y las armas que habéis dado a Ucrania», ha afirmado, dirigiéndose a los parlamentarios.
«La democracia no tiene que tener miedo», ha reivindicado para terminar su discurso, que ha sido recibido con todos los presentes, entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y todos los ministros salvo Teresa Ribera, en pie y con un fuerte aplauso, al que solo no se han sumado los diputados de la CUP.