Un sistema de administración de fármacos con nanopartículas puede potenciar la eficacia de la quimioterapia
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel) han demostrado que un sistema de administración de fármacos basado en nanopartículas lipídicas puede utilizar el ARN para superar la resistencia tanto a la quimioterapia como a la inmunoterapia en los tratamientos contra el cáncer.
El estudio, publicado en la revista científica Advanced Materials , podría abrir una nueva vía para una lucha personalizada y dirigida con precisión contra el cáncer.
La quimioinmunoterapia, que combina la quimioterapia con la inmunoterapia, se considera el tratamiento estándar más avanzado para varios tipos de cáncer. Mientras que la quimioterapia destruye las células cancerosas, la inmunoterapia anima a las células del sistema inmunitario a identificar y atacar las células cancerosas restantes.
Sin embargo, muchos pacientes no responden a la quimioinmunoterapia, lo que significa que el tratamiento no está suficientemente dirigido. El profesor Peer y su equipo son los primeros en el mundo en demostrar la viabilidad de un sistema de administración de fármacos basado en nanopartículas lipídicas que liberan su carga sólo en las células específicamente seleccionadas: células cancerosas para la quimioterapia y células inmunitarias para la inmunoterapia.
«En nuestro sistema, una sola nanopartícula es capaz de actuar en dos ámbitos diferentes. Aumenta la sensibilidad de las células cancerosas resistentes a la quimioterapia, a la vez que revitaliza las células inmunitarias y aumenta su sensibilidad a las células cancerosas. Así, con una sola nanopartícula dirigida con precisión proporcionamos dos tratamientos diferentes, en lugares muy distintos. Probamos este sistema en dos tipos de modelos de laboratorio: uno para un melanoma con metástasis y otro para un tumor sólido local. En ambas poblaciones observamos los efectos positivos de nuestro sistema de administración», explican los responsables de la investigación.
El nuevo desarrollo de este equipo de investigación se basa en otro descubrimiento reciente: una enzima llamada HO1 es utilizada por las células cancerosas tanto para resistir la quimioterapia como para ocultarse del sistema inmunitario. Por ello, silenciar la HO1 en el tumor se considera una estrategia óptima en la investigación clínica, pero hasta ahora todos los intentos de silenciar la enzima daban lugar a graves efectos secundarios.
«Los tumores quimiorresistentes suponen un reto importante en nuestra interminable batalla contra el cáncer. Nuestro objetivo es silenciar la enzima HO1, que permite a los tumores desarrollar resistencia a la quimioterapia y ocultarse del sistema inmunitario. Pero los métodos existentes para silenciar la HO1 se asemejan a la utilización de un avión de combate F-16 para hacer explotar una pequeña hormiga. Nuestro nuevo nanofármaco sabe cómo dirigirse con precisión a las células cancerosas, silenciar la enzima y exponer el tumor a la quimioterapia, sin causar ningún daño a las células sanas circundantes. Después, la misma nanopartícula se dirige a las células T del sistema inmunitario y las reprograma para que identifiquen las células cancerosas. Los tumores activos y muy agresivos son capaces de ocultarse al sistema inmunitario, y nosotros restauramos la capacidad de las células inmunitarias para reconocer el cáncer como un cuerpo extraño y atacarlo», apuntan los autores.
«Este es el primer caso de un único fármaco basado en una nanopartícula cargada de ARN que realiza dos trabajos muy diferentes, incluso opuestos. Se trata sólo de un estudio inicial, pero tiene un enorme potencial en la actual lucha contra el cáncer», concluyen.