El Palazzo Donà de Venezia acoge un proyecto de arte contemporáneo inspirado en Altamira
Cuatro artistas muestran las relaciones entre el arte paleolítico y los nuevos espacios, como las redes sociales o las grandes ciudades
Las pinturas rupestres de la Cueva de Altamira han servido de inspiración a cuatro jóvenes artistas para desarrollar cuatro instalaciones site-specific que podrán verse a partir del 23 de abril en el Palazzo Donà de Venezia, como Evento Colateral de la 59ª Exposición Internacional de Arte – Bienal de Venecia.
Ruth Gómez, Nuria Mora, Daniel Muñoz y Sixe Paredes son los artistas del proyecto, titulado With Hands Signs Grow y desarrollado desarrollado por la Fundación Odalys y Signum Foundation, con el apoyo del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, museo estatal del Ministerio de Cultura y Deporte.
With Hands Signs Grow es un proyecto comisariado por Alfonso de la Torre, cuya dirección artística ha sido llevada por Juan Carlos Moya, que nace en el marco conceptual de las pinturas prehistóricas de Altamira. Los artistas contemporáneos seleccionados comparten líneas discursivas -el uso del espacio público o los soportes arquitectónicos- y lenguajes como la pintura y el dibujo, para mostrar las relaciones que existen el arte paleolítico y los nuevos espacios, como internet, las redes sociales y las grandes ciudades.
«Las cuevas prehistóricas son el lugar donde el ser humano se comunicó por primera vez con sus semejantes a través del lenguaje universal que representa el arte; y artistas como Picasso, Miró, Tàpies, Chillida, Oteiza o Palazuelo ya miraron hacia aquellos misteriosos primeros creadores», explica el comisario.
Es por ello que With Hands Signs Grow se propone demostrar su vigencia hoy en día al vincularlo con la contemporaneidad. Tomando como punto de partida la cavidad rocosa conocida como Capilla Sixtina del Paleolítico Superior , cada artista se ha centrado en una estancia del Palazzo Donà, espacio expositivo de Signum Foundation.
Tras meses de trabajo en sus respectivos estudios, las propuestas para las paredes, suelos y ventanas de esta edificación del siglo XIV se materializarán a partir del 23 de abril.
LAS CUATRO CREACIONES
La artista Ruth Gómez (Valladolid, 1976) ha desarrollado Caves | Cuevas , un conjunto mural de grandes dimensiones que, a modo de estudio, y tomando como referencia la síntesis y abstracción de las imágenes paleolíticas, se adentra en el proceso creativo más primitivo y puro. Se propone plasmar lo que fue importante para nuestros antepasados: la Tierra, los animales y conceptos como la fertilidad y la espiritualidad.
Se sirve para ello de materiales como pigmentos minerales y naturales, tinta china hecha con hollín, resina, carbón, grafito, yeso o arcilla, que utiliza con pinceles e incluso con sus propias manos sobre papeles de algodón. Combina esta técnica con imágenes adhesivas para crear un mural de imágenes, apoyadas tanto en la realidad como en la ficción.
Nuria Mora (Madrid, 1974) propone en XYZ-Transcending Physical Limits , una pieza bidimensional compuesta por distintos lienzos que se despliegan en los ejes x, y, z y simulan la forma en que, poco a poco, se fue descubriendo la cueva. A partir de una pieza inicial sin desplegar _en formato cuadrado y con lienzos de lino_ la obra se abre a modo de políptico en varias fases, pasando de los colores negro, ocre y rojo (utilizados en Altamira) a la paleta de la artista.
Ese despliegue utiliza el color como excusa para hablar de la evolución del ser humano, mientras que el propio espacio tridimensional creado emula la importancia de Altamira como lugar de reunión.
El trabajo de Daniel Muñoz (Moraleja, Cáceres, 1980), por su parte, está centrado en el arte mural y su discurso siempre ha abordado problemáticas relacionadas con la modificación del entorno por parte del individuo. En Drag image plantea una serie de cuestiones en torno a la imagen como elemento de construcción del espacio social, donde destaca diferentes sustratos históricos que evidencian la importancia del dibujo mural como el primer lenguaje edificador de la humanidad.
Pretende poner de manifiesto que, desde el Paleolítico, la conjunción de dibujo y arquitectura han estado vinculados a la cohesión social y a la cimentación del pensamiento común.
Por último, Sixe Paredes (Barcelona, 1975) propone un dobletrabajo en el palazzo. Por un lado, Paleolithic futurism , una propuesta muralística que parte del instante en el cual los antiguos maestros del paleolítico fueron invocados por las formas de las cavidades de las cuevas. La serie de pinturas habla de trabajos reflexivos, hipnóticos y profundos, evocando un lenguaje que se refiere a las diferentes dimensiones y direcciones en el espacio.
Por otro lado, el artista presenta un ensamblaje telar construido para la ocasión.
Además de estas cuatro intervenciones, With Hands Signs Grow se completa con una proyección y una obra múltiple en el vestíbulo interior del palacio, que incluye piezas de los cuatro artistas y un gran assemblage de imágenes que evoca la Cueva de Altamira y que han sido facilitadas por el museo.
Esta institución también ha facilitado el fondo sonoro que se puede escuchar en el interior del pozo del palazzo y que pertenece al interior de la cueva.
El proyecto nace con carácter itinerante y será acogido por entidades como el Museo de Altamira, dando protagonismo a diferentes artistas locales en cada edición.