Pakistán se juega este domingo su destino político inmediato con la moción de censura al primer ministro
La oposición teme un «derramamiento de sangre» si finalmente se celebra una masiva concentración a las puertas del Parlamento en plena votación
Meses de tensión política en Pakistán alcanzarán este domingo su apogeo con la votación en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento paquistaní, de una moción de censura contra el primer ministro del país, Imran Jan, que la amalgama de grupos de oposición tiene verdadera oportunidad de ganar; todo entre el temor generalizado a un estallido de violencia si fructifica el llamamiento del mandatario a todos sus simpatizantes para que se concentren a las puertas de la cámara en plena votación.
Las últimas semanas han estado marcadas por los escándalos de transfugismo y multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del primer ministro, denunciado por la alianza opositora del Movimiento Democrático de Pakistán (MDP) como un títere del poderoso Ejército del país y responsable de un hundimiento económico nacional.
El mandatario y su partido, por contra, se declaran como víctimas de una campaña de persecución encabezada por antiguos líderes corruptos a los que está investigando por abuso de poder, entre ellos grandes iconos del MDP, como el exprimer ministro del país Nawaz Sharif (de la Liga Musulmana de Pakistán – Nawaz) o el expresidente Asif Zardari (del Partido Popular de Pakistán).
Hasta tal punto ha llegado la situación que el Gobierno paquistaní informó este viernes de que reforzará las medidas de protección en torno a Jan después de que las agencias de seguridad del país identificaran esta semana un posible intento de asesinato contra el mandatario, que él mismo ha achacado a una «conspiración extranjera» y apuntado a Estados Unidos como responsable último de las maquinaciones contra su figura.
«Esto no puede pasar y por eso digo a mis juventudes que no lo acepten, porque si fructifica esta conspiración para un cambio de régimen organizado por Estados Unidos, nos vamos a encontrar con el mayor crimen de la historia», declaró este sábado durante una comparecencia ante la nación, recogida por GEO TV.
En medio de todo ello hay más de una veintena de diputados tránsfugas del partido del primer ministro, el Movimiento por la Justicia de Pakistán (PTI), que declararon su intención hace dos semanas de romper la disciplina de voto y enfrentarse abiertamente al mandatario, solo para acabar atrincherados en una residencia de Islamabad para resguardarse de una multitud enfurecida en una protesta que se saldó con casi una veintena de detenidos, entre ellos dos destacados diputados del partido que encabezaron la marcha contra los tránsfugas.
Ahora, la moción de censura está más cerca que nunca de fructificar después de que el gran aliado del partido del primer ministro, el nacionalista Movimiento Muttahida Qaumi (MMQ), certificara su distanciamiento del Gobierno y pasara a respaldar la moción, tal y como anunció su líder, Faisal Subzwari.
Con este anuncio, el MMQ suma sus siete escaños a la alianza opositora, que contaría con 177 diputados a favor del cese del primer ministro, cinco más que la mayoría simple de 172 escaños necesaria para que prospere la petición. No necesitarían ni siquiera la participación de los tránsfugas, que de momento han declarado que emitirán un voto de abstención para no inflamar todavía más los ánimos.
JAN ANUNCIA QUE NO RENUNCIARÍA A SU CARGO
La victoria de la moción de censura no implica ahora mismo que Jan abandone el poder, tal y como aseguró este viernes el mandatario, quien declaró que «no renunciaría a su cargo a pesar de perder la mayoría en la Asamblea Nacional».
Jan entiende que la oposición no puede gobernar sin mayoría parlamentaria y ha dejado entrever que el escenario más razonable que contempla es la celebración de elecciones anticipadas, si bien ha anticipado «sorpresas» en la votación de mañana.
Un capitán nunca comparte su estrategia, pero reitero que esta (moción de censura) es una gran conspiración internacional», sostuvo el primer ministro antes de aludir a un misterioso establishment en el país que le ha dado tres opciones: la opción de una moción de censura, renuncia o nuevas elecciones.
La oposición cree que esta «sorpresa» se esconde entre la masiva concentración que acudirá mañana al Parlamento, donde se espera la presencia de 100.000 manifestantes concentrados a sus puertas en una nueva exhibición de fuerza del primer ministro.
El líder de la oposición en la Asamblea Nacional, Shehbaz Sharif, ha pedido al Territorio de la Capital de Islamabad (TIC) que garantice la seguridad de todos los parlamentarios, independientemente de su afiliación partidaria.
«Es su deber y responsabilidad constitucional y legal garantizar», escribió Sharif en una carta al inspector general de Policía del país, recogida por el diario Dawn , «la plena seguridad/protección de todos los diputados, independientemente de su afiliación política, cuando asistan a la Asamblea Nacional para ejercer su derecho a votar sobre la resolución de un voto de censura contra el primer ministro».
La carta dice además que cualquier reunión de este tipo inevitablemente provocaría que otros partidos traigan a sus propios partidarios para autoprotección, lo que podría conducir «al derramamiento de sangre y al caos».