Díaz insiste en que los «hiperricos» tienen que «pagar más impuestos que nadie»
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha insistido este martes en que los «hiperricos» tienen que «pagar más impuestos que nadie» para «corresponsabilizarse con la democracia» y permitir así que los gobiernos puedan «bajar los impuestos a los que menos tienen».
«Los hiperricos, por convicción propia y por no necesidad de servicios públicos, se autoexcluyen (…). Tenemos que atraerlos, tenemos que generar un magma de convencimiento en el que no los excluyamos y se corresponsabilicen con ese factor de responsabilidad social», ha dicho Díaz durante su intervención en el encuentro «Democracia e Igualdad», celebrado en Río de Janeiro.
La vicepresidenta ha señalado en esta «autoexclusión» de los ricos uno de los riesgos a los que se enfrentan las democracias actuales, unidos a las «bolsas de exclusión social», acentuadas durante la pandemia de coronavirus.
Para cerrar esas brechas, Díaz ha defendido la necesidad de colocar los servicios públicos en el centro, lo que conlleva «hablar de ingresos públicos». «A unas personas tendremos que bajarles los impuestos y a otras tendremos que decirles que paguen más. Se trata de algo tan sencillo como es la democracia. Me parece que estos son los retos fundamentales», ha añadido.
La vicepresidenta segunda también ha responsabilizado a las «experiencias durísimas del neoliberalismo» de recortar el Estado del Bienestar y de obligar a los países a «reinventarse» para dar respuestas a los ciudadanos durante la pandemia. Díaz se ha referido a los efectos de las políticas neoliberales como las «3D»: desregulación masiva de las normas laborales, desprotección y desmantelamiento de los servicios públicos.
«EL TRABAJO LO ES TODO»
Como ministra de Trabajo, Díaz ha recalcado que la pandemia demostró la «fortaleza del valor del trabajo», lejos de la teorización del siglo XX y principios del XXI sobre su fin.
«El trabajo digno y con derechos es fundamental», ha manifestado durante su ponencia en Brasil. Sin embargo, la vicepresidenta segunda ha reprochado a las empresas que dejen la democracia «a las puertas de las factorías» y que impidan las «fórmulas de codecisión» entre empresarios y trabajadores.
Ante esta situación, Díaz ha subrayado el valor de la negociación colectiva y de la fuerza sindical, y ha advertido de los ataques por parte de la extrema derecha a los sindicatos, conocedores de que estos son «fundamentales para la transformación social».
«La democracia tiene una zona franca a la que nunca se llega, y a la que algunos quieren que nunca lleguemos, parece que quieren que solo pertenezca a unos pocos. Tiene que ver con la economía y el derecho del trabajo. Son dos derechos de los que nunca se habla», ha expuesto la ministra de Trabajo.
Díaz también ha lamentado que el acceso a un trabajo no garantice hoy los «derechos de ciudadanía» y obligue a muchos trabajadores a acudir a las redes de solidaridad social porque su sueldo no alcanza. «Algo está fallando», ha advertido y ha llamado a que las democracias sean «especialmente sociales».
«Tenemos que colocar el valor del trabajo en el centro, el trabajo decente (…). La conversión del trabajo no en vidas para trabajar sino para vivir, descansar, estar con nuestros hijos, ir al cine o pasar el tiempo. Esto es clave (…). Creo que el trabajo lo es todo», ha afirmado la vicepresidenta segunda.
La ministra de Trabajo también ha abogado en el acto por una economía «al servicio de las personas», construida con las decisiones de los trabajadores. Del mismo modo, ha llamado la atención sobre los lenguajes «muy peligrosos» que comienza a usar la extrema derecha. Díaz se ha referido al caso concreto de Vox, con discursos en apariencia sociales pero que suponen «una auténtica vulneración de los derechos fundamentales» y están pensados «para unas élites».