Melilla espera a Sánchez con división de opiniones por el giro sobre el Sáhara y mirando a la reapertura de la frontera
La Comisión Islámica aplaude el acercamiento a Marruecos y los empresarios esperan hechos y concreción
MELILLA, 22
Melilla recibirá este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con división de opiniones de los grupos políticos tras el respaldo dado al plan de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y demandando concreción sobre el posible efecto en la relación con el país vecino, sobre todo ante la posible reapertura de la frontera terrestre.
Los partidos admiten que siempre es positivo la llegada del jefe del Gobierno a la ciudad autónoma, sobre todo ante la posibilidad de que se dé carpetazo a la crisis diplomática hispano-marroquí. A principios de marzo, la frontera fue asaltado en dos días consecutivos por miles de subsaharianos, consiguiendo pasar a España unos 850 migrantes.
Los partidos que conforman el Gobierno de la Ciudad Autónoma, PSOE y Coalición por Melilla (CPM), así como el presidente Eduardo de Castro (Grupo Mixto), se han mostrado a favor del paso dado por Sánchez sobre el Sáhara. PP y Vox lo han rechazado, mientras que Podemos Melilla –su socio a nivel nacional– también ha criticado al presidente del Gobierno.
Mientras los dos partidos de la oposición PP y Vox han preguntado cómo va influir a la ciudad autónoma este giro en la política exterior española, adoptado además «de forma unilateral por Pedro Sánchez y medio gobierno», desde Podemos Melilla abogan por mantener la postura tradicional para la convocatoria de un referéndum en el Sáhara al amparo de la ONU.
La Comisión Islámica de Melilla –federación que aglutina a las asociaciones musulmanas de la localidad española– ha aplaudido el paso dado por Pedro Sánchez, mientras que la Confederación de Empresarios ha agradecido su visita, aunque matizando que esperan sobre todo hechos como la reapertura de la aduana comercial entre Melilla y Marruecos, cerrada por este país de forma unilateral el 1 de agosto de 2018 después de 60 años de transacciones documentadas entre la ciudad y el reino alauí.
Tanto el presidente Eduardo de Castro como CPM y PSOE han expresado su satisfacción por el cierre de la crisis hispano-marroquí «porque ello será beneficioso para Melilla», mientras PP, Vox y Podemos, con distintos argumentos, han expresado su malestar.
TODOS MIRAN A LA FRONTERA
Desde que el pasado viernes 18 de marzo se conoció que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, envió una carta al rey Mohamed VI en la que expresaba que España considera la propuesta de autonomía de Marruecos respecto al Sáhara Occidental como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa», todas las miradas se han puesto sobre la frontera, cerrada desde el 13 de marzo de 2020, inicialmente por la pandemia.
Así lo han expresado tanto el presidente del PP melillense, Juan José Imbroda, como el máximo dirigente de la patronal, Enrique Alcoba (CEME-CEOE), que han manifestado por separado que el cierre fronterizo formaba parte de «una estrategia de Marruecos para asfixiar económicamente a Melilla», motivo por que han reclamado al presidente del Gobierno que explique a cambio de qué se ha producido el cambio de postura sobre la antigua excolonia.
La mayoría de los ciudadanos, tanto en el lado español como en el marroquí de las localidades más próximas como Nador, da por segura que la recuperación del tránsito de personas y vehículos entre ambos territorios será una realidad, aunque desconocen cuándo podrá producirse la reapertura, algo que todos –salvo Vox, que ha expresado siempre su oposición a la reapertura fronteriza– consideran positiva, teniendo en cuenta los lazos económicos, sociales e incluso familiares de personas de ambos entornos, que en muchos casos llevan sin poder verse desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020.
La visita del miércoles es la segunda en diez meses que lleva a cabo Pedro Sánchez, que viajó en mayo de 2021 horas después de la entrada irregular de miles de marroquíes a Ceuta. La opinión generalizada en Melilla es que la relación con Marruecos no se notará hasta el viaje oficial que realice el presidente a Rabat, anunciado para este mes de abril.