Ferroatlántica tiene un horno funcionando por el coste de la energía, pero prevé arrancar alguno más en abril
La planta de Ferroatlántica, en Boo de Guarnizo (Astillero), que en estos momentos solo tiene un horno en funcionamiento por los elevados costes de la energía, prevé arrancar «alguno más» de los cuatro que tiene en total en el mes de abril.
Así lo ha avanzado en declaraciones a Europa Press el vicepresidente (CCOO) del comité de empresa, Alberto Cordero, que ha indicado que la intención es, «si todo sigue por el camino que tiene que seguir» respecto a la estabilización de los precios, que la fábrica ponga en marcha en abril o mediados de abril algún horno más.
Según ha explicado, con la propuesta inicial del Gobierno central de limitar el precio de la luz de 180 euros el megavatio, que finalmente se ha descartado en función de otras alternativas, la planta podría «empezar a trabajar», aunque sin tener «grandes beneficios».
Cordero ha recordado que la factoría, que cuenta con 156 empleados directos y unos 900 indirectos, ha pasado una situación «muy mala», con toda su actividad parada durante «tres o cuatro» días a principios del mes de marzo por los elevados precios de la energía.
Cuatro días más tarde la Dirección decidió arrancar un horno para abastecer los pedidos de los clientes, manteniendo los otros tres en reparación con la expectativa de que se solucionara el tema energético para poder reanudar su actividad «en perfecto estado de trabajo y de producción».
Así, ha destacado que en principio la empresa ha sido «cauta», no ha impuesto ninguna medida reguladora a la plantilla y ha negociado con el comité medias «muy suaves, muy leves».
Finalmente, ha indicado que el paro en el sector del transporte está afectando a la distribución de la fábrica dado que el 75% de lo que produce es internacional. «Si no podemos sacarlo de la factoría, nos genera un estado que es dinero perdido», ha dicho.
Ferroglobe, productor de silicio metal y ferroaleaciones participado en un 54% por el Grupo Villar Mir, anunció el 10 de marzo que apagaba los hornos de sus tres fábricas de Ferroatlántica en España, las de Arteixo (Galicia), Boo de Guarnizo (Cantabria) y Monzón (Huesca), debido al alto precio de la energía en España.
La actividad se paralizó en un principio para dos días, dependiendo de las medidas que aprobara el Gobierno para paliar el impacto del precio de la energía en toda la industria electrointensiva del país.
La aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) no se puso sobre la mesa, pero los agentes sociales aseguraron que el precio al que la electricidad había llegado hacía «totalmente insostenible» continuar con la actividad.
La guerra en Ucrania ha agravado la situación, si bien se trata de un problema que la industria lleva años arrastrando debido al alto precio de la electricidad en España. De hecho, Ferroglobe y sus fábricas de Ferroatlántica ya tuvieron que aplicar en enero ciertas medidas de ajuste para adaptar la actividad a las horas más baratas o el cierre de determinados hornos.