La flota de cerco de Cantabria seguirá amarrada a puerto «hasta nueva orden»
«Teníamos que parar, porque cuando nos han puesto la soga al cuello nos estábamos ahogando», defiende el patrón de los pescadores de Santoña
La flota de cerco de Cantabria sigue este lunes «totalmente parada» y continuará así, amarrada a puerto, «hasta nueva orden».
Lo ha indicado a Europa Press el patrón de la Cofradía de Santoña y expresidente de los pescadores de la región, Miguel Fernández, quien ha sentenciado que «hoy no se sale a la mar».
Y en cuanto al resto de la semana, «habrá que ir viendo día a día» y tomar decisiones en función de las negociaciones y medidas que se adopten a nivel nacional comunitario.
Se ha referido así a la reunión convocada este lunes en Bruselas, de los ministros con el comisario de Pesca, y la prevista el miércoles en Madrid, entre el titular del Ministerio y la federación nacional del sector.
Fernández ha justificado el paro de los barcos, acordado la semana pasada en plena costera de la anchoa. «Teníamos que hacerlo», ha defendido, porque «cuando nos han puesto la soga al cuello, nos estábamos ahogando».
Se ha referido así al auge de los precios de carburantes y ha considerado al respecto que pese al cese de actividad los pescadores no están perdiendo, porque «salir a la mar con pérdidas no es rentable».
De todos modos, el portavoz de los pescadores de Santoña confía en que se alcance una solución pronto que satisfaga los intereses de la flota para volver a salir a faenar.
La flota de cerco del Cantábrico-Noroeste, integrada por cerca de 160 buques, decidió permanecer amarrada a puerto la semana pasada y en principio hasta este lunes por el «inasumible» precio del gasóleo.
A esos buques, centrados en la costera de la anchoa, también se sumaron los de otras artes de la comunidad autónoma, unos 80 más.