MSF cierra sus proyectos en dos localidades en el noreste de RDC tras un ataque en octubre contra sus equipos
Mueren doce personas en un ataque del grupo armado CODECO contra un campamento de desplazados en Ituri
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este lunes el cierre de sus proyectos en dos localidades de la provincia de Ituri, en el noreste de República Democrática del Congo (RDC), cuatro meses después de que un convoy de vehículos de la organización no gubernamental fuera tiroteado por personas armadas en la zona, suceso que se saldó con dos trabajadores heridos.
La organización ha señalado en un comunicado que cerrará sus proyectos en Bambu y Nizi debido a la falta de garantías de seguridad por parte de las partes en conflicto y ha recordado que tras el ataque, ejecutado a finales de octubre, pidió a las partes que condenaran lo sucedido y respetaran el Derecho Humanitario, lo que incluye proteger instalaciones médicas, trabajadores sanitarios, ambulancias, pacientes y heridos.
MSF pidió además a las autoridades que investigaran lo sucedido, lo que no ha ocurrido. «Se nos han dejado pocas opciones, al margen de cerrar nuestros proyectos», ha dicho el director de proyectos de MSF en RDC, Olivier Maizoué. «Los riesgos son simplemente demasiado elevados y es imposible que MSF vuelva con confianza a esas zonas», ha explicado.
«Lamentamos mucho esta decisión, ya que tendrá graves consecuencias para una población con grandes necesidades, pero no podemos arriesgar vidas para salvar vidas», ha argüido. La ONG continuará con sus proyectos en otras zonas de la provincia y mantendrá su apoyo a las autoridades sanitarias locales en Bambi y Nizi a través de una donación de medicinas y equipos.
Sin embargo, Maizoué ha recalcado que MSF «es dolorosamente consciente de que esta donación no compensará la salida (de la organización) y afectará negativamente a las personas que necesitan atención médica».
Por ello, MSF ha recordado que todas las partes en conflicto deben facilitar el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria a civiles y respetar y proteger a los trabajadores humanitarios, al tiempo que ha mantenido su petición de que se investigue el ataque de octubre.
La organización ha recordado que ya en junio de 2021 el hospital de Boga, apoyado por MSF, sufrió daños materiales graves por unos combates en la ciudad que se saldaron con doce muertos. La unidad de cuidados intensivos fue incendiada y la farmacia y los medicamentos almacenados fueron saqueados.
«Estamos preocupados por los numerosos ataques y saqueos de instalaciones sanitarias y estamos profundamente alarmados por el clima de impunidad que reina a día de hoy en esta parte de RDC», ha explicado el director de la misión de MSF, Jérome Alin, según este mismo comunicado. «Sabemos que la impunidad alimenta más violencia», ha recalcado.
Varios equipos de MSF en otras zonas de RDC han sido objetivo de incidentes similares, por lo que el personal de la ONG en el país africano mantendrá este miércoles una jornada de huelga, en la que sólo operarán los servicios esenciales de emergencia.
La organización empezó a trabajar en Bambu y Nizi en junio de 2018, donde da servicios sanitarios a cerca de 471.000 personas afectadas por años de conflicto, centrándose especialmente en la atención pediátrica, incluido el tratamiento de casos de desnutrición entre niños. Asimismo, dan agua potable y han construido letrinas y duchas para los desplazados.
MSF apoya además dos hospitales públicos, doce centros sanitarios, tres puestos de salud y 32 espacios comunitarios en Droro y Angumu. Durante las últimas semanas, los trabajadores de la ONG han trabajado además con hospitales de Bunia para atender a heridos de guerra.
ATAQUE CONTRA DESPLAZADOS
En este contexto, al menos doce civiles, entre ellos siete niños, fueron asesinados el sábado en un nuevo ataque ejecutado por el grupo armado Cooperativa para el Desarrollo de Congo (CODECO) contra un campamento de desplazados en Ituri, según confirmaron el domingo las autoridades locales.
Según las informaciones recogidas por la emisora congoleña Radio Okapi, los asaltantes irrumpieron armados con armas blancas en el campamento en la aldea de Gokpa 2, situada en el territorio de Djugu.
El ataque ha provocado un desplazamiento de población hacia las localidades de Mambisa y Mayalibo, situadas en los alrededores, en medio de las críticas de las autoridades locales por la ausencia de fuerzas de seguridad en la zona para hacer frente a las acciones de este grupo armado.
En respuesta, el jefe del Ejército en Ituri, Jules Ngongo, ha explicado que el campamento de desplazados se encuentra en una zona prácticamente inaccesible y ha argumentado que primero es necesario poner fin al aislamiento en este área para lanzar operaciones militares.
La milicia CODECO, integrada principalmente por miembros de la comunidad lendu, ha perpetrado numerosos ataques durante las últimas semanas, incluido uno contra el campamento de desplazados de Plaine Savo que se saldó con la muerte de más de 60 civiles.
Las provincias de Ituri y Kivu Norte se encuentran bajo estado de sitio desde mayo de 2021, cuando el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, dio orden de poner las mismas bajo mando militar para reforzar las operaciones contra los diversos grupos rebeldes que operan en la zona.