Abertis sigue reclamando 4.000 millones al Estado por el descenso del tráfico en la AP-7
Abertis ya ha recibido los 1.070 millones de euros en compensaciones por el levantamiento de los peajes en la AP-7, si bien todavía sigue reclamando otros 4.000 millones de euros al Estado por el descenso del tráfico en esta vía.
La compañía espera una resolución por parte del Tribunal Supremo que decida finalmente sobre esta petición, toda vez que el Gobierno, en línea con una decisión anterior de este Tribunal, ya ha desechado cualquier pretensión de la empresa de recibir estos 4.000 millones de euros.
Con motivo de la presentación de sus resultados, Abertis explica que la resolución se emitirá en el transcurso de los dos próximos años, por lo que mantiene la esperanza de poder recibir esas compensaciones, determinadas por las obligaciones de inversión y renuncias de derechos derivados de la cesión del riesgo de tráfico.
Según la compañía participada por ACS, el Gobierno sí ha reconocido su derecho a ser indemnizada por el efecto negativo ocasionado por la ampliación de determinadas vías paralelas a la AP-7, aunque su cuantificación ha sido nula.
Por otra parte, el consejo de administración de Abertis ha convocado la junta general de accionistas para el próximo 4 de abril, que tendrá que pronunciarse sobre el reparto de un dividendo de 602 millones de euros.
Abertis obtuvo un beneficio neto de 691 millones de euros en 2021, lo que representa un crecimiento del 89% respecto al ejercicio precedente, gracias a la recuperación del tráfico en sus autopistas de todo el mundo, que registró un crecimiento del 21% respecto a 2020.
Según consta en la cuenta de resultados de Hochtief, la constructora alemana de ACS a través de la cual la española suma una participación del 50% menos una acción en Abertis, los ingresos de la compañía de autopistas crecieron un 20%, hasta los 4.854 millones de euros.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo fue de 3.351 millones de euros, un 28% por encima de los del año anterior, lo que le permitió repartir un dividendo de 600 millones de euros, de los que ACS se embolsó indirectamente en torno a 300 millones, en proporción a su participación.