Raquel Sánchez destaca en Europa el compromiso de España por promocionar el ferrocarril
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha intervenido este martes en las últimas sesiones del Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea, asegurando que España ya está trabajando para promocionar el ferrocarril como modo de transporte sostenible.
En el marco de la celebración del Consejo en París, la ministra ha hecho hincapié en que esta promoción del tren, junto con los trabajos encaminados al cambio modal, son la base de la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada, que se refleja ya en incentivar la movilidad sin necesidad de vehículo propio o en las medidas de ecoincentivos para el transporte de mercancías.
Raquel Sánchez ha compartido con sus homólogos europeos las iniciativas del Gobierno español Cercanías 25 , destinada a aumentar el uso del tren en la movilidad cotidiana, y Mercancías 30 , que persigue duplicar en 10 años la cuota modal de mercancías ferroviarias.
En cuanto a la Red Transeuropea (RTE-T), la responsable de Transportes del Gobierno de España ha subrayado la necesidad de una mejora en su financiación para poder alcanzar los compromisos actuales en la red básica y global.
En materia portuaria, la ministra ha expuesto la preocupación española ante una posible «fuga de tráficos hacia puertos no europeos» y ha defendido que las colaboraciones con terceros países cuenten también con la «necesaria convergencia de estándares ambientales».
Sánchez también ha propuesto el concepto de Estado de acogida para los servicios de transporte regular marítimos entre Estados de la UE, lo que permitiría aplicar normas sociales del Estado de acogida a las tripulaciones, independientemente de las normas del Estado de abanderamiento, y no ser empleadas en condiciones sociales peores a las europeas.
En lo que se refiere al sector aéreo, Raquel Sánchez ha expresado la necesidad de combatir determinadas prácticas que afectan a los trabajadores, como por ejemplo acabar con los falsos autónomos y el autoempleo; mejorar la regulación de las plataformas o agencias de contratación; batallar estrategias como las «banderas de conveniencia», que permiten a las compañías eludir sus responsabilidades fiscales y de protección laboral; y poner fin al sistema de «pago por volar», donde el piloto paga por formación mientras presta servicios a la compañía.