Partidos opositores de Congo rechazan participar en un diálogo antes de las legislativas y locales de julio
Varios partidos opositores de República del Congo han rechazado el llamamiento del Gobierno a un proceso de diálogo de cara a las elecciones legislativas y locales previstas para julio, en medio de las críticas contra el presidente, Denis Sassou Nguesso.
El líder de la Alianza para la República y la Democracia (ARD), el exministro Mathias Dzon, el objetivo de las autoridades es «camuflar la idea de una sucesión dinástica en el poder que pasa por el refuerzo de la mayoría en el Parlamento».
Así, ha rechazado la invitación del Ministerio de Administración Territorial a participar en estas reuniones entre el 3 y el 6 de marzo en la ciudad de Owando. «¿Qué iríamos a hacer allí?», se ha preguntado, en declaraciones a la emisora Radio France Internationale.
Dzon ha manifestado que «las listas electorales ya han sido totalmente finalizadas por el Ministerio de Administración Territorial con la Dirección General de Asuntos Electorales, tras el aporte de los partidos de la mayoría».
«La división electoral está cerrada. No hay nada que hacer. Incluso los candidatos que serán elegidos han sido seleccionados», ha resaltado. «¿Creen que esto es serio?», ha cuestionado el exministro de Finanzas.
A las críticas se ha sumado el líder del Congreso Africano por el Progreso (CAP), Jean Itadi, quien ha recalcado que no se desplazará a Owando, antes de pedir un diálogo inclusivo de cara a las próximas elecciones en el país africano.
Sassou Nguesso se hizo con la reelección en los comicios de 2021 tras recabar el 88,4 por ciento de los votos, según los resultados ratificados por el Tribunal Constitucional, que rechazó las apelaciones presentadas por la oposición después de los comicios, marcados por la muerte por coronavirus del principal rival del mandatario un día después de la votación.
El presidente, de 78 años, llegó al poder en 1979 y se mantuvo en el cargo hasta 1992, cuando fue derrotado en las urnas. Sin embargo, volvió a la Presidencia a raíz de las fuerzas insurgentes que él mismo encabezó en la guerra civil de 1997, sin que desde entonces haya dejado su posición.
Estaba previsto que el presidente obtuviera cómodamente la reelección, dado que el principal partido opositor del país, la Unión Panafricanista para la Democracia Social (UPADS), anunció que boicotearía la votación, lo que allanó su camino hacia la victoria.