Errejón advierte de que las sospechas de irregularidades no se solucionan con un «apretón de manos» entre Casado y Ayuso
El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha exigido clarificar si había «algo turbio» en el contrato «a dedo» concedido a la empresa con la que mantuvo relación comercial el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o si la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo del Ayuntamiento de la capital intentó «pagar a detectives» para investigar a la dirigente regional.
Y es que ha subrayado que estas sospechas sobre el presunto uso de dinero público, a raíz de la «pelea interna» dentro de la formación, «no se solucionan» con un «apretón de manos» entre el líder del PP, Pablo Casado, y Ayuso; o con «concentraciones» en la sede del partido en Génova.
En declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press, el diputado en el Congreso ha dicho que todos están «sorprendidos» por la irrupción de este conflicto y las acusaciones de posible irregularidades entre ambos bandos, ya sea por el presunto intento de contratación de una agencia de detectives o por el contrato que podían implicar «mordidas» a un familiar de Ayuso
Al respecto, Errejón ha destacado que hay dos planos que se deben separar. Uno es la «batalla interna» del PP que es algo que le compete a este partido pero la segunda derivada es si dicha batalla se estaría «librando con el dinero de todos».
«LA PELÍCULA DE ESPÍAS Y CORRUPTELAS EN EL PP NO ES NUEVA»
Sobre el polémico contrato, el líder de Más País ha destacado que ya les llegó hace tiempo mensajes anónimos sobre posible irregularidad en este contrato concedido por la Comunidad de Madrid para la adquisición de mascarillas, que pusieron en conocimiento de la comisión de control de la contratación de la Asamblea de Madrid y demandaron transparencia para esclarecer si hubo «algo turbio».
Por otro lado, ha señalado que «en estos momentos de putrefacción» que salpican al PP, con esta «película de espías y corruptelas» que «no es nueva» en los «enredos» de esta formación, que dijo que se iba incluso a «mudar de sede» para romper con su pasado y que se «puede llevar por delante» la confianza de los ciudadanos en la política.