Cantabria baja a nivel 2, abre el ocio nocturno y en «pocas semanas» podrían acabar las restricciones
La actualización del semáforo Covid sitúa a 49 municipios en nivel 2 y 53 en el 1
Cantabria registra una evolución «muy favorable» de la pandemia, baja a nivel 2 (riesgo medio), con lo que se relajan algunas restricciones y el ocio nocturno vuelve a abrir, y es «posible» que la semana que viene descienda al 1 y, si la mejora se mantiene y la comunidad entra en nueva normalidad , en «pocas semanas» se podrían acabar con las limitaciones.
Así lo ha señalado este martes el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, quien ha informado de la actualización del semáforo Covid, en el que la comunidad desciende de nivel, con 49 municipios en el 2, entre ellos todos los de más de 5.000 habitantes, y 53 en el 1.
Los municipios que esta semana están en nivel 2 son: Santander, Torrelavega, Camargo, Castro Urdiales, Piélagos, Astillero, Santa Cruz de Bezana, Laredo, Santoña, Los Corrales de Buelna, Santa María de Cayón, Reinosa, Suances, Colindres, Reocín y Cabezón de la Sal.
En este mismo nivel se encuentran Medio Cudeyo, Polanco, Cartes, Entrambasaguas, Marina de Cudeyo, Miengo, Ribamontán al Mar, Bárcena de Cicero, Ampuero, Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera, Villaescusa, Campoo de Enmedio, Puente Viesgo, Val de San Vicente, Voto, Noja, Liérganes, Alfoz de Lloredo, San Felices de Buelna, Ribamontán al Monte, Valdáliga, Comillas, Arnuero, Mazcuerras, Meruelo, Corvera de Toranzo, Limpias, Argoños, Villacarriedo, Potes, Udías y Arredondo.
SE MANTIENE EL SEMÁFORO COVID Y LAS RESTRICCIONES EN CADA NIVEL
Las restricciones que se mantienen son las establecidas en el semáforo Covid, que por ahora no se prevé retirar. Así, por ejemplo, en municipios de nivel 2, el ocio nocturno puede abrir a un 50% de aforo siempre que tenga medidores de CO2, con un máximo de 10 personas por mesa y sin consumo en barra. En aquellos de nivel 1 se puede llegar al 75% de aforo.
Estos aforos se mantienen en estos niveles para el comercio (50% en los de nivel 2 y 75% en los del 1.
A preguntas de los medios sobre la retirada de muchas de las restricciones en otras comunidades, Wallmann considera que en Cantabria se va «bastante en consonacia».
Sí ha apuntado que Cantabria empezó un poco más tarde la sexta ola y, por ello, le ha costado un poco más mejorar sus datos. «Ahora por fin lo estamos consolidando y el semáforo nos va a ir quitando las medidas, es una cuestión, probablemente, de pocas semanas», ha apuntado.
Ha insistido en que todo dependerá de la evolución epidemiológica y de la situación en los hospitales. De esta forma, se mantiene una «desescalada progresiva» y no se quiere «acelerar» demasiado.
Y cuestionado por las celebraciones de los Carnavales, el director general de Salud Pública ha explicado que al entrar la comunidad en nivel 2, no se precisa de solicitar autorización a Sanidad para llevarlas a cabo y se pueden realizar «sin ninguna restricción».
MEJORA DE LOS INDICADORES
Respecto a la evolución de la comunidad, Wallmann ha señalado que en la última semana se ha «consolidado» la tendencia a la baja en los principales indicadores, como la indidencia, que ha descendido en todos los grupos de edad, y la ocupación hospitalaria ha «mejorado sustancialmente».
Pese a la bajada, los indicadores de transmisión del virus siguen en nivel muy alto, ya que las incidencias acumuladas (IA) tanto a 14 como a 7 días por cada 100.000 habitantes se sitúan en 1.606 y 552, respectivamente, mientras que la positividad alcanza el 29,7%, también muy alta.
El descenso de la incidencia es más pronunciado en los grupos más jóvenes, de 0 a 9 y de 10 a 19, lo que tiene su repercusión en el ámbito de la educación, en el que hay 23 aulas confinadas –6 en Infantil, 12 en Primaria y 5 en Especial–, con un total de 181 alumnos en cuarentena.
El número de hospitalizados ha bajado «sustancialmente» hasta los 135 ingresados que hay en la actualidad, lo que supone un 9,9 por ciento de ocupación. El descenso se ha producido, sobre todo, en Valdecilla, y ha sido «más suave» en Sierrallana.
En estos momentos, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) tiene una ocupación del 9%, con 13 pacientes, lo que supone una bajada importante respecto a los 25 que había hace una semana.
En cuanto al perfil de los hospitalizados, siguen predominando las personas mayores, sobre todo entre 80 y 90 años. Además, un 40% no presenta síntomas respiratorios, lo que hace que éstas sean hospitalizaciones de personas «más bien con Covid que por Covid».
En las residencias la situación también ha mejorado y, en estos momentos, hay 36 centros con algún brote activo –lo que, según Wallmann, supone una «clara tendencia» a la baja– y son 36 el número de usuarios hospitalizados, la mitad que en el «pico», cuando se llegó a los 72.
En cuanto a la mortalidad, Wallmann ha reconocido que en las últimas tres semanas se ha registrado un número «relativamente alto» de decesos. Concretamente, en la última semana ha habido 27.
Sin embargo, el director general de Salud Pública ha aclarado que la tasa de letalidad en esta sexta ola sigue siendo la más baja en comparación con las anteriores y está en el 0,2 por ciento.
Los fallecimientos se producen en mayores de 80 años, en el que la letalidad se sitúa en el 3,15 por ciento y luego baja «exponencialmente», siendo del 0,53% entre los de 70 a 79 años y del 0,16% entre 60 a 69 y luego por debajo del 0,3% hasta los 40 años. No se ha registrado en esta sexta ola ningún fallecido de menos de esta edad.
En cuanto a las variantes, ómicron sigue siendo la dominante, hay 72 casos «altamente sospechosos» de la silenciosa aunque de momento no se está imponiendo ni se percibe un incremento de la trasmisión comunitaria.
En cuanto a la vacunación, Wallmann ha explicado que ahora mismo está centrada en las dosis de refuerzo y en la segunda vacuna a los niños.
El nivel de vacunación entre los niños de 5 a 11 años no alcanza el del resto de grupos de edad y es del 61,3 por ciento y el incremento «ya crece muy poco».
Y en cuanto a las dosis de refuerzo, aún queda, en los menores de 50 años, más de la mitad sin ella. Además, se apreciado que hay personas que se han puesto las dos primeras pero no la tercera.
De hecho, entre los grupos de edad mayores de 60 años, se aprecia que en torno a un 10% no se pone la tercera dosis.