Expertos apuntan a retos sin resolver en personas con VIH como alto porcentaje de diagnóstico tardío o comorbilidades
Las personas con VIH todavía se enfrentan a algunos retos que siguen sin solventarse, como el alto porcentaje de diagnósticos tardíos, las comorbilidades, la alta incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) y la fragilidad, según han expuesto expertos durante el webinar Salud a largo plazo de las personas con VIH , celebrado en el marco del programa de formación on line impulsado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) y Gilead.
La infección por VIH sigue siendo uno de los retos epidemiológicos más importantes en la sociedad. Desde hace años los profesionales de salud valoran la eficacia, y, por tanto, el éxito del tratamiento antirretroviral (TAR) en función de dos parámetros: la carga viral (número de copias de RNA del VIH en sangre) y la recuperación del estado inmunológico.
Sin embargo, gracias a que la mayoría de las pautas de tratamiento alcanzan tasas de eficacia altas, se puede poner el foco en lo necesario que es evaluar otros factores como la satisfacción con el tratamiento y el bienestar de las personas con VIH.
En ese sentido, la directora de Seisida, José Fuster Ruiz de Apodaca, ha resaltado que existe evidencia de que hay una relación positiva entre las preferencias de los pacientes y su calidad de vida vinculada a la salud (CVRS): «Según un estudio realizado por Seisida, en colaboración con Gilead, la comparación de las perspectivas de los pacientes y los médicos revela numerosos síntomas continuos informados por los pacientes que los médicos no reconocen adecuadamente».
El objetivo de esta investigación ha sido comparar las opiniones de las personas que viven con VIH (PVIH), con las de los médicos especialistas en VIH sobre las características deseables de un régimen de TAR ideal, así como la satisfacción y el bienestar de las PVIH. Para ello, en colaboración con 18 centros (hospitales y ONGs) de toda España, se realizaron dos encuestas en paralelo a 101 médicos de VIH y a 502 PVIH durante 2020.
Los resultados muestran que los médicos y los pacientes consideran que las características preferidas del TAR son las altas tasas de eficacia y la baja toxicidad, aunque estos parámetros son más importantes para los médicos que para los pacientes.
«El estudio ha confirmado que los médicos subestimaron el porcentaje de pacientes con síntomas en comparación con las respuestas de esos pacientes. Asimismo, los pacientes participantes informaron de una mayor cantidad de síntomas molestos (ansiedad, tristeza y fatiga) de lo que estimaron los médicos, puntuando su estado de salud general más bajo de lo que los médicos estimaron que tenían. Por todo esto, es vital comprender las características óptimas de los regímenes antirretrovirales si queremos lograr y alcanzar el éxito terapéutico en las personas infectadas con VIH», explica la doctora Fuster.
RETOS EN EL ABORDAJE Y LA ATENCIÓN INTEGRAL DEL VIH
Las personas con VIH experimentan un proceso de envejecimiento acelerado o prematuro que hace que las comorbilidades aparezcan antes y se acumulen, dificultando así su manejo. El aumento de la supervivencia se ha acompañado de un incremento del número de esas comorbilidades relacionadas o no relacionadas directamente con el VIH. De hecho, es posible hablar de un envejecimiento acelerado.
Las personas con VIH tienen un perfil de comorbilidades similar al de las personas sin VIH diez años mayores y, además, por su enfermedad padecen otros problemas y trastornos de la salud que deterioran su bienestar y calidad de vida, como son los cardiovasculares, la osteoporosis, el deterioro neurocognitivo y la afectación renal y hepática. No se puede olvidar que las enfermedades no relacionadas con el sida son responsables del 50 por ciento de las muertes en personas VIH+.
Por eso, es importante incorporar el enfoque multidisciplinar en el manejo del VIH que implicará prestar atención a aspectos relevantes de las áreas física, mental y social de la salud de los pacientes.
Así, el doctor Rafael Rubio García, del Hospital 12 de octubre de Madrid, ha explicado los retos a los que se enfrentan los especialistas y las personas infectadas con este virus: «La epidemia del VIH no está totalmente controlada y aún existen algunos aspectos que siguen sin solventarse, como el alto porcentaje de diagnósticos tardíos, las comorbilidades, la alta incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) y el envejecimiento prematuro de la población o la fragilidad de su salud».
Además, ha destacado durante su intervención «la importancia de reforzar las estrategias de seguimiento y monitorización de los pacientes para controlar e incidir en la importancia de la adherencia al tratamiento antirretroviral».
Por otro lado, en cuanto a la prevención de las enfermedades transmisibles, el doctor Rubio ha recordado algunas estrategias claves para la reducción de los nuevos diagnósticos como son: el diagnóstico y tratamiento temprano con tratamientos antivirales para la prevención de nuevas infecciones por VHB, VHC y VIH; la educación sanitaria para reducir las prácticas de riesgo sexuales y del consumo de drogas; la promoción del uso del preservativo, tanto el masculino como el femenino; la implementación de los programas de reducción de daños para usuarios de drogas y las estrategias de cribado periódico de las ITS y de la vacunación frente a coinfecciones víricas.
Por último, el doctor ha hecho una revisión de las diferentes etapas históricas de la epidemia del VIH, en las que se ha pasado de la inexistencia de tratamientos en los primeros años, a tratamientos eficaces, pero tóxicos, hasta la actual donde los tratamientos son más seguros y cómodos.