Vicepresidente del Congreso acusa al PP de mentir: sabían el no de UPN y que no se llama a quienes votan desde casa

Gómez de Celis insiste en que el voto de Casero fue «un gol en propia meta» y que el PP actúa como «un niño enrabietado»

El vicepresidente primero del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha acusado al PP de «mentir» hasta en tres ocasiones a cuenta de la polémica votación de la reforma laboral, que salió adelante gracias al error del popular Alberto Casero. Frente a la tesis del PP, ha asegurado que la dirección del Grupo Popular sabía que ya no se comprueba telefónicamente el voto telemático de sus señorías y ha dado por hecho que conocían de antemano que los dos diputados de UPN iban a votar en contra de la convalidación, pues era la única votación que querían corregir.

Así lo ha explicado Rodríguez Gómez de Celis en declaraciones de en el Congreso, donde también ha rebatido otra de las afirmaciones del PP al negar que el primer partido de la oposición «jamás» pidió que se reuniera la Mesa del Congreso para tratar el voto de Casero antes de la votación presencial.

En primer lugar, Gómez de Celis ha hecho hincapié en que, en contra de lo manifestado inicialmente por el PP, no hubo ningún error informático. La versión inicial de Casero fue que él votó en contra de la convalidación, pero el sistema lo cambió por un sí , algo que, con total seguridad es «mentira», según el vicepresidente primero.

NO PIDIERON REUNIR A LA MESA, SOLO CAMBIAR EL VOTO

También se ha mostrado tajante al afirmar que los miembros del PP en la Mesa, la vicepresidenta Ana Pastor, y el secretario, Adolfo Suárez Illana, «jamás» pidieron que la Mesa de la Cámara se reuniera para tratar este asunto antes de la votación presencia. «Lo que pretendían era que llamáramos al diputado para que viniera a votar presencialmente», ha añadido, en declaraciones a La Sexta, recogidas por Europa Press.

En este contexto, ha recalcado que las normas prevén una reunión del órgano de gobierno de la Cámara en casos muy excepcionales, pero nunca por un «error» de un diputado, de los que se producen habitualmente. También ha remarcado que nunca se ha repetido una votación por esa circunstancia, que los que votan telemáticamente tienen más tiempo que los que lo hacen en el hemiciclo –además de la posibilidad de corregir antes de enviar su voto– y que ninguno tiene opción de rectificar a posteriori.

Además, Rodríguez Gómez de Celis está convencido de que en el PP sabían que los dos diputados de UPN iban a saltarse la directriz de su partido votando en contra de la convalidación, lo que, de haber votado Casero correctamente, habría provocado que el decreto ley fuera derogado.

«NOS ENTERAREMOS» DEL MOTIVO DE LA TRAICIÓN

«Sabían lo que iban a votar los dos tránsfugas de UPN, no había más que ver sus caras gélidas y destempladas», ha comentado el diputado socialista, quien está convencido de que «más pronto que tarde» se sabrá «por qué los diputados de UPN traicionaron a su propio partido y a los españoles».

El vicepresidente primero ha confesado que al principio no alcanzaba a entender el empeño del PP en que Casero pudiera votar presencialmente para corregir su sí telemático, puesto que, según sus cuentas, con el apoyo de UPN, su voto no sería decisivo como al final fue.

También ha indicado que en el PP son perfectamente conscientes de que ya no se comprueba por teléfono el voto telemático de quienes votan desde casa porque el sistema informático que se empezó a utilizar en 2020 ya incluye una comprobación del voto. En este punto, ha destacado que únicamente se preocuparan por su voto en la convalidación pero no por ejemplo del que pedía tramitar la norma como proyecto de ley, en el que Casero también se equivocó.

Por todo ello, ha subrayado que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, actuó de manera «correcta». «Nos mintieron y se desmostrará», ha asegurado, a la vez que ha comparado la actuación del PP con la de «un niño enrabietado que se agarra a un clavo ardiendo». «Fue un gol en propia meta y eso es gol», ha concluido.

La Mesa del Congreso no prevé reunirse hasta el próximo martes, ya después de las elecciones de Castilla y León y será ahí cuando se trate la polémica votación y los distintos escritos que ha presentado al respecto el PP y sobre los que se tendrán que pronunciar los servicios jurídicos del Congreso.