La Policía habría espiado teléfonos de funcionarios, activistas, periodistas y personas cercanas a Netanyahu
La ministra del Interior pide una investigación externa ante el escándalo, revelado por el portal Calcalist
La Policía de Israel habría usado el spyware Pegasus, desarrollado por NSO Group, para hackear los teléfonos de funcionarios, activistas, periodistas y personas cercanas al ex primer ministro Benjamin Netanyahu, entre ellos su hijo Avner Netanyahu.
Según las informaciones facilitadas este lunes por el portal Calcalist –que en enero denunció el uso de este spyware por parte de la Policía israelí contra ciudadanos del país–, estas interceptaciones tuvieron lugar sin orden judicial.
Los hackeos afectaron a líderes de movimientos sociales, periodistas del portal de noticias Walla, empresarios, alcaldes y varios altos cargos de diversos ministerios, además de los asesores de medios de Netanyahu, Topaz Luk y Yonatan Urich.
Calcalist ha incidido en que la Policía usó esta herramienta a pesar de que estas personas no eran sospechosas de crímenes y, si bien no ha especificado cuándo lo hizo, ha asegurado que las infiltraciones se mantuvieron activas durante años.
El portavoz de la Policía israelí, Eli Levy, ha manifestado este mismo lunes en declaraciones a la emisora pública israelí, Kan, que el organismo «no responde a ninguna información», tal y como ha recogido el diario The Times of Israel .
Asimismo, ha subrayado que la Policía ha estado abierta a «una investigación total y transparente» desde que surgieron las informaciones en enero, al tiempo que ha agregado que hasta ahora «no se han hallado defectos en el trabajo de la Policía». «Todo fue hecho de forma legal con la orden firmada de los tribunales», ha zanjado.
Por su parte, la ministra del Interior israelí, Ayelet Shaked, ha pedido una investigación externa y ha reconocido que «si las informaciones son ciertas, se trata de un terremoto, de un acto en línea con los regimenes oscuros del último siglo».
«La invasión masiva de la privacidad de la gente es una ilegalidad que debe detenerse hoy mismo. El Parlamento de Israel y el público merecen respuestas hoy», ha manifestado la ministra a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter.
La Policía de Israel reconoció la semana pasada un posible uso inadecuado de Pegasus, después de haber negado de plano que estas prácticas hubieran tenido lugar en el país. Así, explicó que «descubrimientos adicionales» en el marco de las investigaciones «cambian cosas, en ciertos aspectos».
El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, anunció el 20 de enero que abrirá una investigación en torno al supuesto uso por parte de la Policía de este spyware para entrar en los teléfonos móviles de ciudadanos israelíes, incluidas personas que no eran sospechosas de delitos o crímenes, aprovechando un vacío legal.
El jefe de la Policía, Kobi Shabtai, reseñó tras la apertura de la investigación que «no hay y nunca ha habido un escenario en el que la Policía haya violado de forma fundamental y metódica el pacto de defensa no escrito entre ella y los ciudadanos».
«No hay base para las afirmaciones de que la Policía espía a los ciudadanos», manifestó, al tiempo que agregó que ha trabajado para «realizar una revisión cuidadosa» de las informaciones de Calcalist y que «aún no ha encontrado pruebas de que esos supuestos sucesos tuvieron lugar».
Por su parte, el ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, que supervisa a la Policía, aplaudió la decisión de investigar «para garantizar que no hay manzanas podridas en el sistema» y apuntó que «el fiscal general ha dejado claro que la Policía actuó en línea con la ley desde una perspectiva sistemática».
«En términos de incidencias privadas, no se han encontrado desviaciones de las guías legales», manifestó. «Sin embargo, podría haber incidencias ilegales que tuvieron lugar y por ello el fiscal general ha decidido crear un equipo de investigación», zanjó.