Más País y Compromís piden al Gobierno cuidar al bloque de investidura y Podemos asegura que habrá más leyes
Ciudadanos presume de que la reforma laboral es «la menos sanchista» del Gobierno de coalición
MADRD, 3
Más País-Equo y Compromís han respaldado este jueves la reforma laboral en el Congreso, pero han emplazado al Gobierno a cuidar el bloque de investidura que se ha partido con este decreto. Unidas Podemos ha replicado por su parte que habrá más leyes para pactar en lo que resta de legislatura.
En el debate celebrado en el Pleno del Congreso, la diputada de Equo, Inés Sabanés, ha defendido su voto a favor del decreto porque, «por primera vez en los últimos años, no retrocede en derechos de los trabajadores y recupera el diálogo social».
Pero en todo caso, ha avisado al Gobierno de que el decreto, aunque no cambie las mayorías, «sí puede cambiar la legislatura»: «Hay que recomponer, porque puede interrumpir una época de cambios y de propuestas imprescindibles para los trabajadores y el conjunto de la sociedad», ha dicho.
Reconociendo las razones «legítimas» de ERC y Bildu para rechazar una reforma tras generar el Gobierno «tantas expectativas» que «ahora se quedan tan cortas», el diputado de Compromís, Joan Baldoví, ha dicho votar «con la cabeza alta y la conciencia tranquila» porque «tumbar esta reforma no garantiza que vaya a haber otra». «Aunque faltan muchos derechos, avanzamos en otros», ha defendido.
«A quienes legítimamente piensan que deberíamos llegar más lejos, les digo que quedan dos años de legislatura. Pueden estar seguros de que no será ni la última ley ni el último derecho que ganemos», ha dicho su portavoz laboral, Aina Vidal, avanzando más medidas para subir los salarios, reducir la precariedad y la temporalidad «con el diálogo social».
Vidal ha reivindicado que la reforma supone una «ruptura» con la legislación que desde los años 80 «legitima la temporalidad», y que «ni es descafeinada ni maquillaje»: «Quien dice eso está despreciando los logros de miles de trabajadores y el diálogo social, demuestra saber muy poco del mundo del trabajo, y le falta empatía con la gente que lleva décadas soportando la precariedad», ha espetado.
PSOE: «CUMPLIMOS CON TRABAJADORES Y EMPRESARIOS»
Por su parte, el PSOE ha defendido el decreto subrayando que se trata de una norma que «cuida a trabajadores, a empresas» y supone «cuidarnos como país». Según la diputada Esther Peña, la reforma supone «»cumplir con trabajadores y empresarios», pero también «reconstruir consensos perdidos», y una muestra de los acuerdos que, ha dicho, «hacen crecer al país».
«Demuestra que somos un país serio, fiable y que llega a consensos», ha reivindicado Peña, que ha pedido el turno a favor en el decreto ley para replicar las críticas de la portavoz popular , Cuca Gamarra, y ha recordado que la reforma ya ha sido avalada en el Congreso en otras ocasiones, en iniciativas no legislativas para recuperar la ultraactividad o la prevalencia del convenio del sector.
«Hay más cosas que hacer», ha admitido Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, reconociendo que la derogación es «incompleta», pero ha insistido en que el decreto «supone un avance sobre lo anterior». No sólo en el contenido, ha incidido, sino por un procedimiento de consenso, ha dicho, que «se opone frontalmente al rodillo y ordeno y mando» de la anterior. «Eso tiene un valor que reconocemos, y hay que apoyarlo», ha dicho.
«¿NO NOS PEDÍAN UN ACUERDO? AQUÍ LO TENEMOS»
José María Mazón, del Partido Regionalista Cántabro, ha lamentado como «incomprensible» que el Congreso pudiera derogar la reforma laboral con un acuerdo de los agentes sociales y ha dicho que su partido «no negocia ni chantajea cuando lo que hay es positivo para todos»: «La gente no entendería cómo sus representantes están tan alejados de la calle. ¿No nos pedían un acuerdo? Pues aquí lo tenemos», ha defendido.
En términos similares se ha mostrado Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria, que cree que cuando las empresas y los sindicatos alcanzan a un acuerdo, «hay que aceptarlo», si bien ha pedido precisar la singularidad de que, en términos de movilidad, se precise como isla y no provincia , para dar mayor protección.
Por Teruel Existe, su diputado Tomás Guitarte, ha celebrado el acuerdo, un «modelo de acuerdo social» que espera que pueda reeditarse para las reclamadas reformas «contra la despoblación». Pese a que cree necesario que, conforme vaya aplicándose, vayan a ser necesarias adaptaciones, cree que es una «ley provechosa y fructífera para los españoles».
LOS ACUERDOS DEBERÍAN COTIZAR AL ALZA
«Los acuerdos y los consensos siempre deberían cotizar al alza», ha dicho Ferrán Bel, del PDeCAT, que cree que si no se aprueba la reforma laboral «el diálogo social queda tocado de muerte», pero es que además se paralizaría la llegada de fondos europeos. «Mientras sindicatos y empresarios hacen esfuerzo para pactar una reforma realista y factible, unos hacen esfuerzo por adelantar a la patronal por la derecha y otros a los sindicatos por la izquierda», ha concluido.
Para defender su voto a favor ha intervenido la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, asegurando que «no es una norma de Sánchez, ni Yolanda Díaz ni del Gobierno», sino «de los agentes sociales» que han acordado esta reforma.
«Es la norma menos sanchista de la legislatura», ha justificado, diciendo que «se parece poco» a las promesas realizadas por los grupos que conforman el Gobierno de coalición, y celebrando que ni Esquerra Republicana ni Bildu vayan a poder modificarla.
VOX: SINDICATOS SUBVENCIONADOS
Por el contrario, el portavoz laboral de Vox, Juan José Aizcorbe, ha justificado su voto en contra subrayando que la reforma busca tan solo «elevar el poder de sindicatos de izquierda subvencionados», y que admitirían, e incluso serían abanderados, de reformas que ellos vieran «beneficiosas», pero no es así en esta. Asimismo, ha lamentado el nivel de cotizaciones sociales que financian el sistema público de pensiones, al conformar el Estado «una estructura de saqueo y expolio».
En contra también se ha pronunciado Foro Asturias, cuyo diputado, Isidro Martínez Oblanca ha lamentado que el Gobierno haya exigido la «adhesión inquebrantable», impidiendo su tramitación como proyecto de ley, para poder proponer cambios, algo que cree que reduce «a papel de comparsa» las Cortes Generales.
Por último, la independentista Miriam Nogueras, de Junts, ha asegurado que la reforma laboral está «hecha por y para las grandes empresas», es un «parche» y cree que «no puede dar por bueno un diálogo que excluye a la mayoría de trabajadores y del tejido empresarial de Cataluña», acusando a Yolanda Díaz de «plegarse», igual que hizo el PP en su reforma laboral.