La campaña de Castilla y León centra la sesión de control en el Congreso, con preguntas sobre despoblación y campo
La oposición protesta ante las preguntas del PSOE a sus ministros para atacar a la Junta del PP
La campaña electoral en Castilla y León ha protagonizado este miércoles la sesión de control al Gobierno en el Congreso, la primera de este año y la única prevista antes de los comicios del 13 de febrero. El PP y Vox, pero también el PSOE, han llevado temas de debate en esa comunidad como los problemas relacionados con la despoblación o la situación del sector agrícola y ganadero.
En total, casi una decena de preguntas al Gobierno de la Nación han acabado derivando en cuestiones relativas a Castilla y León, cuatro de ellas formuladas por el PSOE, que ha roto su costumbre de no interrogar a los ministros de su propio Gobierno.
Las preguntas del grupo que apoya a su propio Ejecutivo, conocidas en el Congreso como preguntas florero o de autobombo , eran habituales hasta la etapa de José María Aznar, pero fueron erradicadas por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que impuso el criterio general de que la sesión de control debía reservarse a la oposición. Así se ha mantenido en los últimos años, tanto con Mariano Rajoy como con Pedro Sánchez, al menos hasta ahora.
Pero los socialistas han optado por resucitarlas para este miércoles para llevar la campaña al hemiciclo y criticar a la Junta de Castilla y León.
Así, el segoviano José Luis Aceves preguntó a la vicepresidenta Teresa Ribera por medidas contra la despoblación; el abulense Manuel Arribas invitó al ministro de Inclusión Social, José Luis Escrivá, a hablar del impacto de la subida de las pensiones en la comunidad; la palentina María Luz Martínez Seijo dio pie a Pilar Alegría a exponer las inversiones del Ministerio de Educación en Castilla y León; y el salmantino David Serrada permitió a Félix Bolaños detallar las inversiones en la región con cargo a los fondos europeos.
Algunos de estos diputados ni siquiera llegaron a formular sus preguntas, ya que desde el primer momento dedicaron su tiempo a criticar al Gobierno autonómico. El primero de ellos, José Luis Aveces, ha empezado vaticinando «el cambio» el 13F y criticando el «fracaso» del PP en sus 35 años de gobierno.
«11 DÍAS PARA EL CAMBIO»
Esa actitud desató las protestas de las bancadas del PP y Vox, así como risas y muecas de asombro en otros grupos parlamentarios. «Sigue, sigue, no te pares», le aconsejaba su compañera Zaida Cantera, animándole a sobreponerse a los murmullos. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, reclamaba respeto y pedía al diputado que formulara su pregunta a la vicepresidenta Ribera.
«Aprovechen los 11 días que quedan para que llegue el cambio», ha señalado Aceves, al tiempo que ha cargado contra las políticas populares en CyL que no han frenado la despoblación. «Estamos hartos de 35 años en el que el Gobierno de Castilla y León no ha hecho nada. Se han comido 200.000 habitantes», ha reclamado entre el barullo.
Desde la oposición le recordaban que el Congreso debe ejercer el control sobre el Gobierno de la Nación, no sobre los autonómicos. «¡Qué vergüenza!», se oyó en un momento. El día anterior, el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ya avisó de que estas preguntas de «propaganda» suponen un «uso torticero y espurio» de la sesión de control y del Congreso. «Es una pantomima, imagino que los ministros estarán aterrorizados ante esas preguntas»·, comentó en rueda de prensa.
Tras esa primera pregunta del PSOE, el clima en el hemiciclo se apaciguó, aunque los ministros socialistas aprovecharon para subirse al carro de los ataques de la Junta: «Ustedes son un lastre para Castilla y León –ha llegado a decir al PP el ministro de Presidencia, Félix Bolaños–. Su proyecto está agotado».
«MENOS RETÓRICA»
A las críticas a la oposición también se ha sumado la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, que, tras presumir de las partidas presupuestarias que ha destinado el Gobierno a Castilla y León en materia educativa, ha reprochado que «cuando gobierna la derecha», son todo «recortes y falta de oportunidades» en la región.
Asimismo, durante su intervención tras una pregunta del grupo socialista, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha deslizado que el Ejecutivo está haciendo «lo contrario» a la agenda de población que anunció el Partido Popular en 2010. «Menos retórica y más palabras. Menos anunciar cosas que no se hacen», ha reprochado, tras recordar que Castilla y León es la comunidad que sufre «en mayor medida» la despoblación «como ninguna otra» en el territorio español.
Por su parte, el PP y Vox han aprovechado la sesión de control para pedir cuentas al Gobierno sobre estos temas que marcan la campaña electoral en Castilla y León, y de hecho no se recuerdan tantas preguntas sobre el mundo rural y la España vaciada en la misma sesión de control.
Así, el diputado popular por Soria Tomás Cabezón reclamó a la vicepresidenta y responsable de Reto Demográfico las inversiones y ayudas aprobadas por su ministerio para municipios de menos de 5.000 habitantes, mientras que Milagros Marcos, exconsejera de Castilla y León, interrogó al ministro de Agricultura, Luis Planas, por los perjuicios del lobo para el sector ganadero.
Igualmente, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros pidió a Calviño que explique «por qué la política económica del Gobierno ignora las necesidades de la España rural», mientras que su compañera Macarena Olona emplazó a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a explicar «en qué beneficiaría su reforma laboral al sector agrario español».