Marlaska defiende los protocolos internos ante «excepciones» como la condena a un policía por agredir a un periodista
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este martes la labor que realizan todos los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad y ha pedido confianza en los protocolos internos y en las medidas disciplinarias que se aplican, «sin temblarle la mano», ante «acontecimientos extraordinarios» como que un policía nacional sea condenado por una agresión a un fotoperiodista.
Así se ha expresado a preguntas en el Senado de Josep Maria Cervera, de Junts, que le ha pedido que actúe contra el inspector de la Policía Nacional que recientemente ha aceptado una condena de un año de prisión por agredir, vestido de paisano, al fotoperiodista Jordi Borràs en Barcelona en 2018.
Grande-Marlaska ha recordado que los policías, incluyendo a los de cuerpos autonómicos y locales, son «los principales garantes» de los derechos y libertades de los ciudadanos. Según él, son los cuerpos policiales y el Ministerio del Interior los primeros interesados en esclarecer «cualquier acontecimiento extraordinario que violente la legalidad».
Sobre el caso concreto de la condena por la agresión al fotoperiodista Jordi Borràs, Grande-Marlaska ha señalado que hay que esperar a que la sentencia devenga en firme, ya que entonces habrá un «pronunciamiento». «No nos temblará la mano», ha asegurado.
HEREDERO JUDICIAL DE BELLOCH Y POLÍTICO DE SÁNCHEZ
El senador de Junts, aunque reconociendo que son «minoritarias» las agresiones con condena judicial protagonizadas por los agentes de la autoridad, le ha reprochado su falta de contundencia, aludiendo a que es «heredero político» del exministro del Interior y Justicia Juan Alberto Belloch.
«Heredero político soy solo del presidente Sánchez y estoy muy orgulloso de eso», ha contestado Grande-Marlaska, que también se ha definido como «heredero judicial» de Belloch.
Además, Grande-Marlaska ha defendido la lucha contra la «sinrazón» del terrorismo en su etapa como juez frente a los reproches de Junts por las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relacionadas con la falta de investigación en las supuestas torturas denunciadas por miembros de ETA.