Defensa de la Sanidad Pública pide que en 2022 se salve la AP, se evite la privatización y se refuerce el SNS
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) recuerda que las prioridades pendientes de la Sanidad Pública para garantizar que su universalidad, su accesibilidad y la calidad de sus prestaciones en 2022 son salvar la Atención Primaria; introducir cambios organizativos y funcionales en el Sistema Nacional de Salud; reformar y mejorar los hospitales públicos y luchar contra la privatización.
Además, espera que este año se pueda recuperar el Sistema Sanitario Público tras la pandemia de la Covid-19; se controle y racionalice el Gasto Farmacéutico y Tecnológico; se potencie la investigación y la docencia; se encuentre otro modelo Sociosanitario; se potenciar la Salud Pública y se refuercen los mecanismos de coordinación y de implementación de políticas estatales.
«La Atención Primaria se encentra en una situación crítica tras los recortes de 12 años y la estrategia COVID: el presupuesto es insuficiente, falta personal, plantillas mal dimensionadas, listas de espera, barreras de acceso, cierres de centros, medicalización y una expulsión de la población hacia el sector privado», advierte.
Considera que salvar la AP pasa por aumentar el presupuesto para AP para que alcance el 25% del presupuesto sanitario público; incrementar los recursos humanos y elaborar de manera consensuada un Nuevo Modelo de Atención Primaria, resolutivo, participativo y comunitario (el actual está obsoleto, irracional y poco eficiente).
Asimismo, denuncia que no existe una autentica coordinación entre servicios asistenciales (AP y hospitales), servicios de Salud Pública, trabajo social y atención a la dependencia. «Esta situación impide una atención de salud integral y limita la respuesta a nuevas epidemias. Es urgente introducir cambios organización y funcionales en el Sistema Sanitario y de Dependencia», se lamenta.
Por otro lado, demanda un plan urgente para poner a pleno rendimiento la actividad hospitalaria que aborde las listas de espera acumuladas durante la pandemia, optimizar la capacidad (horario de tarde) y evaluar los recursos, actividad y resultados. Asimismo, aumentar el número de camas, especialmente de media y larga estancia y mejorar la gestión de los centros profesionalizando las gerencias, democratizar sus estructuras, recuperar el consenso y acabar con el gerencialismo.
Respecto a la lucha contra la privatización, exige la paralización de la colaboración público-privada que, a su juicio, «beneficia al sector privado que recibe fondos públicos (Concesiones, PFI, consorcios…)». Asimismo, reintegrar al sistema público (gestión pública y directa) los Hospitales de colaboración Público-Privada, Consorcios y centros de Atención Primaria (EBAS).
En cuanto a la necesidad de recuperar el Sistema Sanitario Público tras la pandemia, pide un aumento de 1.000 euros por habitante para el Sistema Sanitario Público; proponer un Nuevo Modelo de financiación autonómica que garantice la suficiencia y la equidad; e integrar MUFACE en el Sistema Sanitario Público. Además, de recuperar los trabajadores sanitarios que emigraron a otros países, mejorando las condiciones laborales y salariales.