Los dos años de pandemia destruyen en Cantabria 4.700 empleos femeninos y crean 2.300 masculinos, según UGT

Cantabria registró al término del año pasado 242.245 empleos, es decir 2.429 menos, casi un -1%, que en 2019, justo antes de la irrupción de la pandemia de la Covid-19, aunque está pérdida responde exclusivamente a los femeninos, que desde entonces han disminuido más de un -4%, con 4.721 mujeres ocupadas menos (de 114.668 a 109.947), según han indicado las secretarías de Empleo y de la Mujer de UGT en un informe elaborado con las últimas estadísticas de la Encuesta de Población Activa (EPA).

En un comunicado, el sindicato ha precisado que, mientras en Cantabria el empleo masculino ha aumentado casi un 2%, con 2.292 hombres ocupados más que hace dos años (de 130.006 a 132.298), el de las mujeres «se resiente» y es el que mayor porcentaje ha registrado en las seis autonomías españolas donde se ha reducido la población ocupada femenina con la pandemia.

De hecho, el empleo femenino en España ha aumentado incluso más que el masculino en estos dos últimos años, con un incremento de 195.800 ocupadas (+2,14%) y de 22.300 hombres ocupados (+0,21%); lo que no evita que el número de mujeres con un empleo descienda en Cantabria y en Islas Baleares (-2,42%), Asturias (-1,21%), Castilla y León (-0,64%), Galicia (-0,48%) y La Rioja (-0,15%).

Como ha precisado la secretaria de la Mujer de UGT en Cantabria, Pilar Santamaría, «no es algo novedoso que cuando surge una crisis el empleo más temporal y precario sea el primero en caer porque para las empresas es más fácil desprenderse de él».

Según la EPA, de los algo más de 4.700 empleos femeninos menos contabilizados en Cantabria en comparación al año previo a la pandemia, un 90% eran asalariadas con un contrato temporal (-4.250) y un 97% con un contrato a jornada parcial (-4.599).

En Cantabria, este empleo precario y de corta duración corresponde en su gran mayoría a las mujeres y a los jóvenes, ha precisado Santamaría, que ha concretado que hay sectores, como la hostelería, con una «pérdida notable» de empleo femenino que contrasta con una recuperación del masculino, lo que en su opinión «confirma que la calidad del empleo no es la misma en los dos sexos».

La ugetista ha aclarado que esta pérdida de empleo temporal de las mujeres no implica una mejora del indefinido, porque hay menos asalariadas con un contrato indefinido en Cantabria que en 2019 (había 72.083 y el año pasado 71.991). «Los que realmente suben son los empleos indefinidos de los hombres, que se incrementan más de un 4% con 3.714 más que hace dos años», ha indicado.

Su homólogo en la Secretaría de Empleo del sindicato, Julio Ibáñez, ha agregado que Cantabria cerró 2021 con 156.497 asalariados y asalariadas con un contrato indefinido, la mayor cifra de los últimos 10 años (desde los 160.822 de 2011), que achaca en gran medida a los últimos acuerdos alcanzados en el diálogo social para fomentar el empleo estable y a la labor de la Inspección de Trabajo para detectar contratos temporales en fraude de ley y convertirlos en indefinidos.

«En todo caso, lo deseable sería que todos estos contratos temporales en fraude de ley fueran indefinidos desde el principio, especialmente en los sectores de actividad económica con mayor precariedad, en su gran mayoría caracterizados por el gran porcentaje de mujeres que los integran», ha subrayado.

MENOS EN HOSTELERÍA Y EMPLEADAS DE HOGAR

El informe de UGT destaca que, según las estadísticas de la EPA, la mayor parte del empleo femenino que se ha destruido en Cantabria en estos dos años de pandemia corresponde a la hostelería (-4.702 ocupadas menos) y las empleadas del hogar (-3.250).

El número de mujeres ocupadas en la hostelería, uno de los sectores de actividad económica más castigados por la pandemia, se reduce más de un 28% en estos dos últimos años en Cantabria (de 14.510 a 10.438); lo que no sucede con los hombres porque al término de 2021 ya se registraban más empleos masculinos que en 2019 (de 8.471 a 8.975 ocupados).

En relación al otro sector con más caída de empleo femenino, el de empleadas de hogar, que se reduce un 44% (de 7.332 a 4.082 ocupadas), para la sindicalista «es inconcebible que España siga sin firmar el convenio de la OIT que equipara los derechos de estas trabajadoras al resto de la población asalariada».

«No es de extrañar que, desde el comienzo de la pandemia, se ha ido observando una progresiva disminución de empleadas del hogar porque han sido paulatinamente expulsadas de un trabajo de por sí apenas reconocido, sin ningún tipo de control y que en una tercera parte ni siquiera está dado de alta en la Seguridad Social», ha considerado.

CAÍDA DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES

Por último, el informe de UGT puntualiza que otro de los sectores que ya presenta un significativo balance de empleo negativo en las mujeres si se compara con 2019 es el de las actividades sanitarias y servicios sociales, esencial durante la actual crisis sanitaria y el de mayor volumen de empleo femenino en Cantabria.

Al término de 2021, la EPA registraba en Cantabria 20.344 ocupadas en la sanidad y los servicios sociales, 812 menos que en 2019 (-3,8%); descenso que no se produce en los hombres, donde hay medio millar más de trabajadores.

UGT aclara que, en el primer año de pandemia en 2020, en Cantabria se registró un aumento de más de 3.000 mujeres ocupadas en la sanidad y servicios sociales y se superaron por primera vez los 24.000 empleos femeninos en este sector, aunque en 2021 se redujeron en mayor medida, con una pérdida de más de 4.000 (-4.030 y casi un 17% menos).

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