La vacunación de los padres contra la COVID-19 ofrece una protección sustancial a los niños, según estudio
El Instituto de Investigación Clalit, en colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de Tel-Aviv, ha analizado una de las mayores bases de datos integradas de registros sanitarios del mundo para examinar la protección indirecta proporcionada a los niños no vacunados mediante la vacunación de los padres con la vacuna de Pfizer contra la COVID-19.
Entre junio y octubre de 2021, cuando la variante Delta era la dominante, los autores estudiaron a 181.307 niños no vacunados en Israel de 76.621 hogares distintos, y compararon a los padres vacunados con una tercera dosis (de refuerzo) con los padres que recibieron solo dos dosis al menos cinco meses antes.
El estudio, publicado en la revista científica Science , estimó que un solo padre con dosis de refuerzo disminuyó el riesgo de infección en un 20,8 por ciento, mientras que dos padres con tercera dosis disminuyeron el riesgo de infección en un 58,1 por ciento.
Los autores también realizaron un estudio similar durante una oleada anterior, desde diciembre de 2020 hasta marzo de 2021, en la que la variante Alfa era dominante. Durante este periodo, los autores estudiaron a 400.733 sujetos no vacunados (niños y adolescentes) de 155.305 hogares distintos. Compararon a los padres no vacunados con los que recibieron dos dosis de la vacuna y descubrieron que la protección indirecta de la vacunación de los padres en los niños era aún más fuerte que la anterior.
Al analizar subgrupos específicos, los autores descubrieron que los efectos indirectos de la vacunación de los padres eran bastante consistentes en los hogares de diferentes tamaños y en los diferentes grupos de edad de los niños, incluidos los grupos de edad más jóvenes de 0 a 2 y de 3 a 6 años que hoy en día todavía no pueden ser vacunados.
El estudio explora además el mecanismo de este efecto, mostrando que no solo es menos probable que un padre vacunado sufra una infección documentada, sino que también es menos probable que transmita la infección a otros miembros del hogar si está infectado.
En resumen, los resultados de este estudio muestran que la vacunación de los padres confiere una protección sustancial a los niños que residen en el mismo hogar. Estos resultados refuerzan la importancia de aumentar la aceptación de la vacuna entre la población susceptible de ser vacunada para frenar la propagación de la pandemia de COVID-19 y proteger a los que no pueden ser vacunados.
«La vacunación no sólo proporciona una protección directa, sino que también ofrece una protección indirecta a los individuos no vacunados que conviven con los vacunados en el mismo hogar. Este estudio destaca la protección indirecta que proporcionan los padres vacunados a sus hijos no vacunados, independientemente del tamaño del hogar o de la edad del niño, tanto para la variante Alfa como para la Delta», explica la doctora Samah Hayek, investigadora principal del Instituto de Investigación Clalit.