España apuesta por el diálogo pero advierte a Rusia de que «no se negocia bajo amenaza»
Dice que España está «preparada para cualquier eventualidad» y apela a la unidad de todos los grupos parlamentarios
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha dejado claro este martes que el Gobierno sigue apostando por la vía del diálogo para resolver la actual crisis con Rusia en torno a Ucrania si bien ha insistido en que hay ciertas «líneas rojas» que no se pueden aceptar y una de ellas es negociar «bajo la amenaza».
Albares ha comparecido de urgencia en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados para exponer la postura del Gobierno respecto a la crisis y para reclamar la «unidad» de todos los grupos parlamentarios, igual que ya la hay en el seno de la UE y en la OTAN. Esa postura, ha puntualizado, se rige «por cuatro d : diplomacia, desescalada, distensión y disuasión».
En opinión del ministro, el despliegue de más de 100.000 militares rusos en la frontera con Ucrania «no se justifica por motivos defensivos» mientras que las demandas en materia de seguridad formuladas por Rusia no buscan sino «aislar a Ucrania de Occidente y bloquear la ampliación de la OTAN» además de tratar de recuperar la antigua esfera de influencia soviética.
«Todo esto es inaceptable, viola la legalidad internacional y es una amenaza para la paz», ha recalcado el ministro, para quien el hecho de que se siga dialogando con Rusia en distintos foros no deja de ser una «buena noticia en sí misma». Además, ha aprovechado para reiterar el llamamiento el diálogo a Moscú en pro de lograr la paz, el objetivo último.
LÍNEAS ROJAS PARA EL DIÁLOGO
Pero el que España, al igual que la UE y la OTAN, y también Estados Unidos hayan apostado por la vía del diálogo para resolver cualquier preocupación que Rusia pueda tener respecto a la arquitectura de seguridad europea no significa que no haya «líneas rojas» para el mismo, ha destacado el jefe de la diplomacia española.
La primera de ellas, ha enunciado, es que Ucrania es un país soberano y como tal tiene derecho a decidir libremente si entra en determinadas organizaciones internacionales.
Además, ha añadido, «Rusia no puede pretender que aceptemos la limitación de la soberanía de los estados de Europa Central y Oriental». «El orden internacional basado en esferas de influencia es cosa del pasado», ha recalcado.
En tercer lugar, ha añadido en su exposición, «no se negocia bajo la amenaza». En el contexto actual, la presencia de las tropas rusas en la frontera resulta «difícil de interpretar» como otra cosa distinta a «un medio de presión sobre Ucrania».
Tanto la UE como la OTAN quieren que «esta situación se normalice mediante el diálogo» y en ningún caso, ha aseverado, «queremos contribuir a la escalada militar ni dar excusas a otros para que aumenten su agresividad». Así pues, si la escalada militar se produce «sería fruto de una decisión que no tomaremos ni los estados europeos ni los aliados», quienes se enfrentan a una situación que no han buscado.
En este sentido, ha prevenido a Moscú de que llegado el caso se topará con «consecuencias económicas masivas y altos costes», con sanciones por parte de la UE coordinadas con sus socios de fuera.
Aunque no ha querido entrar en detalles concretos sobre las sanciones, sí ha asegurado a los diputados que será «un paquete masivo, contundente y muy creíble». Además, ha reconocido que ante las consecuencias que puedan tener las «medidas de retorsión» de Rusia «posiblemente serán necesarias medidas compensatorias por parte de la Comisión Europea».
En resumen, ha dicho Albares, «los siguientes pasos dependen de las decisiones que se tomen en Moscú». Esta no es «una situación que nosotros hayamos buscado, pero es la situación a la que tenemos que hacer frente», ha reconocido.
Por otra parte, tras asegurar que el Gobierno aspira a tener «las mejores relaciones» con Rusia y que hay muchos ámbitos en los que se puede cooperar, ha dejado claro que España «actuará siempre con firmeza en defensa de la legalidad internacional, la soberanía e integridad territorial de los estados y en apoyo y estrecha coordinación con sus socios europeos y sus aliados».
PREPARADOS PARA CUALQUIER EVENTUALIDAD
«El Gobierno está coordinado y preparado para cualquier eventualidad, junto a nuestros socios y aliados», ha recalcado Albares, que ha defendido que «España siempre acude cuando se la necesita» y más en un momento en el que está en juego la seguridad no solo de Ucrania, sino de Europa en su conjunto.
En este sentido, ha aclarado que el Gobierno no ha procedido a modificar los despliegues previstos en el seno de la OTAN, «más allá de algún adelanto puntual», subrayando que dicho despliegue se realiza conforme a las peticiones de los aliados y «con respeto absoluto de las autorizaciones parlamentarias».
Tanto el despliegue de tropas en Letonia, como la próxima participación de cazas en misión de policía aérea en Bulgaria, el envío del buque Meteoro y el adelanto de la salida de la fragata Blas de Lezo se producen en territorio de la OTAN y aguas internacionales, y no en Ucrania, si bien «envía un mensaje claro de firmeza y de rechazo a las intimidaciones», ha destacado.
Por último, ha indicado que en Ucrania hay actualmente 534 españoles, 240 de los cuales están en Kiev y otros 54 residen en zonas fronterizas «especialmente sensibles», además de once que están en las regiones separatistas de Donestk y Lugansk. Según ha aclarado, por ahora no hay planes de evacuación previstos, toda vez que sigue habiendo vuelos comerciales y las fronteras permanecen abiertas.