Robles avisa de que la salida militar de la UE de Malí podría llevar a un fracaso como el de Afganistán
Reconoce que abandonar el país por parte de la UE supondría dejar las puertas abiertas a Rusia y China
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha avisado este martes del peligro que supondría una salida de la Unión Europea de Malí, abriendo la posibilidad de un fracaso similar al que se produjo en Afganistán y dejando las puertas abiertas a China y Rusia para extender su influencia sobre la zona.
Robles ha mantenido este martes un encuentro con el coronel español Jesús Martínez Soriano, hasta ahora segundo jefe de la misión de la UE en Malí, en la que participan alrededor de 1.100 efectivos, el 55 por ciento de ellos españoles.
La ministra ha reconocido la situación de inestabilidad política del país, más aún después de que el Gobierno maliense haya aumentado los plazos para celebrar elecciones tras haber llegado al poder mediante un golpe militar.
Sin embargo, Robles ha explicado que la UE es consciente de que retirar su misión de entrenamiento a las Fuerzas Armadas malienses supondría «dejar espacio» a China y Rusia, cuya influencia en la zona es cada vez mayor y en pleno debate sobre la presencia en el Sahel del grupo mercenario ruso Wagner.
SIN CONSTANCIA DE WAGNER EN MALÍ
En cualquier caso, tanto el coronel que ha ejercido el segundo mando en EUTM como el director general de Política de Defensa, el general Fernando López del Pozo, han asegurado que a España no le consta la presencia de Wagner en Malí.
«Nosotros no los hemos visto», ha asegurado el coronel, que en cambio ha explicado que quien sí está oficialmente en Malí es el Ejército ruso a través de un acuerdo firmado con el país hace dos o tres años.
La pasada semana, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, dijo que el bloque mantendrá su presencia militar en Malí pero avisó de que el apoyo europeo no será a «cualquier precio».
Robles ha explicado este martes que la UE es además consciente del peligro que conllevaría una salida precipitada del país, igual que sucedió en Afganistán con la toma del país por parte de los talibán en muy poco tiempo y la caída del ejército nacional que habían formado durante años las tropas internacionales.