Albares defiende sus relevos en Exteriores: «Procuro acertar porque mi éxito es el de España»
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha evitado entrar en la polémica suscitada por los relevos en su departamento, en particular la salida del secretario de Estado para la UE, aunque sí ha defendido que con los nombramientos procura acertar porque de ello depende tanto su éxito como el de España.
El cese de Juan González-Barca como número tres de Exteriores el pasado 22 de diciembre ha provocado el enfrentamiento entre UGT y la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), después de que el sindicato pusiera en tela de juicio la profesionalidad del diplomático y su comportamiento, ante las diferencias que se habrían producido entre este y el ministro.
Albares, que no ha querido comentar este choque, ha explicado en rueda de prensa con su homólogo de Pakistán, Shah Mahmud Qureshi, que fue el propio González-Barba, que era el último alto cargo nombrado por Arancha González Laya que seguía en su puesto, quien pidió su salida.
«Le pedí que continuara pero ante su deseo de pasar a otro destino y sabiendo que es año importante» porque hay que preparar la Presidencia de turno de la UE en el segundo semestre de 2023, finalmente procedió a su relevo.
En todo caso, ha defendido que «los cambios de equipo cuando llega un ministro son algo habitual». «Intento acertar porque mis éxitos serán los del Ministerio y los de España», ha añadido, precisando que por ello intenta nombrar a aquellas personas que considera que «son más capacitadas para hacer frente a los retos que hay».
En este sentido, ha reivindicado que el nuevo secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro, tiene una «gran experiencia» y buena parte de su trayectoria diplomática está ligada a la UE.
Por otra parte, ha rechazado las críticas suscitadas por el nombramiento de dos exministros como embajadores, José Manuel Rodríguez Uribe que ha sido nombrado para la UNESCO e Isabel Celáa, por la que ya se ha pedido el plácet para ser embajadora ante la Santmenta Sede.
Tanto los embajadores diplomáticos como los llamados políticos, ha sostenido Albares, son exactamente iguales y son nombramientos que hace el Consejo de Ministros, que es el que tiene «potestad de nombrar embajador a cualquier persona».
No obstante, ha incidido en que «la mayoría ha sido y seguirán siendo miembros del cuerpo diplomático», al tiempo que ha recordado que en ambos puestos ya ha habido en el pasado embajadores que no eran diplomáticos y que desempeñaron la labor «con total eficacia».
Por otra parte, no ha querido valorar sus 6 meses como ministro aunque sí ha reconocido que «hoy es un día feliz» porque el Gobierno ha aprobado el anteproyecto para la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo.
Así las cosas, ha asegurado que seguirá trabajando como hasta ahora, «sin cambiar, guiado por la defensa de los intereses de España y la proyección de los valores de los españoles».