La reproducción asistida no influye en el bajo peso de los bebés recién nacidos, según un estudio
Los niños concebidos mediante reproducción asistida tienen más probabilidades de nacer prematuros y corren más riesgo de ser pequeños que los concebidos de forma natural; sin embargo, su bajo peso al nacer no está relacionado con estos tratamientos, según una nueva investigación del Centro de Estudios Longitudinales de la UCL en colaboración con la Universidad de Utah (Estados Unidos).
En concreto, el estudio, que recoge una muestra de casi 250.000 familias estadounidenses, concluye que las diferencias de peso al nacer y de duración del embarazo entre la reproducción médicamente asistida (que incluye técnicas como el tratamiento de fecundación in vitro , la inseminación artificial y los fármacos para aumentar la fertilidad) y los niños concebidos de forma natural son insignificantes una vez que se tienen en cuenta las circunstancias familiares.
La coautora Alina Pelikh, doctora e investigadora del Centro de Estudios Longitudinales de la UCL, explica que, más que el tratamiento de la infertilidad en sí, estos nuevos hallazgos «ponen de manifiesto la importancia de los problemas de fertilidad y las condiciones de salud subyacentes de los padres, así como de las características del nacimiento de los niños, como su orden de nacimiento y si son gemelos, en el peso al nacer y el término del embarazo».
Los investigadores analizaron los datos de 248.000 bebés nacidos en Utah entre 2009 y 2017, y examinaron la información para ver los efectos de los diferentes tipos de tratamientos de infertilidad en el término del embarazo y el peso de los niños al nacer.
Los investigadores analizaron datos abundantes sobre la salud de las madres, incluidos el índice de masa corporal (IMC) y la presión arterial antes del embarazo, la edad de los padres y el nivel educativo, antes de examinar la información sobre el orden de nacimiento de los bebés y los nacimientos múltiples.
Alrededor del 5 por ciento de los niños fueron concebidos mediante reproducción asistida, mientras que el 60 por ciento recurrió a fármacos para mejorar la fertilidad, el 26 por ciento a la reproducción asistida (incluida la FIV) y el 14 por ciento a la inseminación artificial.
El estudio reveló que los niños concebidos mediante reproducción asistida tenían un 10 por ciento más de probabilidades de nacer prematuros y un 9 por ciento más de probabilidades de nacer pequeños que los concebidos de forma natural.
Los tratamientos más invasivos, como la reproducción asistida y la inseminación artificial, se asociaron más fuertemente con resultados adversos en el nacimiento, mientras que los bebés concebidos mediante fármacos para mejorar la fertilidad fueron más similares a los concebidos de forma natural.
«Este estudio ha sido posible gracias a la Base de Datos de Población de Utah y al acceso seguro que proporciona a los datos anónimos. Esto nos ha permitido estudiar los nacimientos en todo el estado para comprender los posibles efectos en los recién nacidos asociados a las madres que concibieron de forma natural o a través de métodos médicamente asistidos», ha señalado el coautor Ken Smith, profesor de Estudios de la Familia y Ciencias de la Población en la Universidad de Utah. «Al comparar los nacimientos de la misma madre pudimos aislar mejor el impacto en estos nacimientos de las tecnologías médicamente asistidas», añade.
Una vez que los investigadores tuvieron en cuenta la salud de las madres, el entorno socioeconómico de los padres y las características del nacimiento de los bebés, las diferencias en los resultados adversos del nacimiento se redujeron significativamente para todos los tipos de tratamientos.
A continuación, la investigación se centró en un subgrupo de madres que habían dado a luz tanto a niños con reproducción asistida como concebidos de forma natural durante el periodo de ocho años.
Tras tener en cuenta la edad de la madre en el momento del nacimiento, el IMC previo al embarazo y las características del nacimiento de los niños, las diferencias en el término del embarazo y el peso de los niños al nacer entre los hermanos desaparecieron.
CÓMO INFLUYEN LAS CIRCUNSTANCIAS FAMILIARES
Esto sugiere que las circunstancias familiares y las características no observadas de los padres, como los rasgos genéticos, son factores importantes para explicar la asociación entre la reproducción asistida y los resultados adversos del nacimiento de los niños.
«Encontramos pruebas limitadas de los efectos de los tratamientos de reproducción médicamente asistida sobre el término del embarazo y el peso al nacer mediante la comparación de los resultados del nacimiento de los hermanos, lo que coincide con los estudios existentes en los países nórdicos», explica Pelikh.
La coautora Alice Goisis, profesora asociada del Centro de Estudios Longitudinales de la UCL, sostiene que «la obtención de resultados similares en contextos muy diversos, en términos de demografía, tasas de fertilidad y acceso a los tratamientos de reproducción médicamente asistida, refuerza el argumento de que es poco probable que los resultados adversos de los nacimientos entre los bebés concebidos por reproducción médicamente asistida sean impulsados por la propia tecnología reproductiva».
Así, añade, esta nueva evidencia «puede pasar a enriquecer las orientaciones sanitarias existentes sobre los riesgos y beneficios de los tratamientos de infertilidad, y es de esperar que sensibilice a las familias que están pensando en utilizar la reproducción médicamente asistida para ayudarles a concebir».
