Citroën retira un anuncio en Egipto tras las críticas por promover y normalizar el acoso a mujeres
La empresa francesa de automóviles Citroën ha anunciado este jueves la retirada de un anuncio estrenado recientemente en Egipto después de que desatara una amplia polémica y críticas sobre la promoción del acoso a las mujeres.
En el anuncio, el conocido cantante egipcio Amr Diab utiliza una cámara colocada en el espejo retrovisor interior del vehículo para sacar una fotografía de una mujer tras detenerse en un paso de cebra.
La mujer, que se asusta ante el frenazo y le mira al pasar delante del vehículo, aparece posteriormente junto a Diab en diversas escenas tanto dentro como fuera del coche. El anuncio provocó una oleada de críticas en redes sociales, especialmente tras el alcance obtenido después de que el cantante lo compartiera.
«Citroën se preocupa por todas las comunidades en los países en los que operamos y no toleramos ningún tipo de acoso», ha señalado la compañía a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial en la red social Instagram.
«Se nos ha notificado que una escena en el último anuncio del Citroën C4 TV en Egipto, destacando la cámara conectada (…) diseñada para capturar momentos únicos de la conducción y mejorar la seguridad, ha sido percibida como inapropiada», ha señalado.
En este sentido, ha recalcado que «lamenta profundamente y entiende la interpretación negativa de esta parte» del anuncio. «Hemos tomado la decisión de retirar esta versión del anuncio de todos los canales de Citroën y presentamos nuestras sinceras disculpas a todas las comunidades ofendidas», ha zanjado.
Las críticas contra Citroën por el anuncio se han hecho además extensibles a Diab, un popular cantante de 60 años del país, por participar en el anuncio, especialmente ante la mala situación de la mujer en el país africano, donde hace frente a discriminación y violencia sexual tanto en la esfera pública como en su vida privada.
Ante esta situación y las denuncias en el marco del movimiento #MeToo, el Parlamento de Egipto aprobó en julio un proyecto de ley para endurecer las penas por abusos sexuales, tras un informe del organismo que consideró «insuficientes» las medidas aprobadas en 2014 para aplicar condenas más duras a los responsables de este tipo de crímenes.
El citado informe, preparado por dos comisiones parlamentarias, resaltó que el endurecimientos de las penas en 2014 «no fue suficiente para aplacar la oleada de crímenes de acoso sexual», por lo que se apostó por una nueva enmienda «para imponer penas aún más duras».
De esta forma, el Código Penal contemplará que las personas podrán ser condenadas a penas de entre dos y cuatro años por «agresiones contra otros en lugares públicos o privados a través de gestos e insinuaciones sexuales o pornográficos, ya sea con palabras y acciones o a través de medios virtuales».
Por último, manifestará que aquellos que sean condenados por perseguir a sus víctimas serán sentenciados a penas de entre tres y cinco años de cárcel, mientras que aquellos que aprovechen su posición y autoridad sobre la víctima, o los que cometan agresiones sexuales con un arma o en grupo, recibirán penas de al menos siete años de prisión.
A pesar de estas decisiones, las autoridades egipcias han sido acusadas de no actuar con dureza ante estos casos, especialmente a la hora de investigar y juzgar a hombres acusados de agresiones y acoso contra mujeres y niñas.
Un informe de Naciones Unidas publicado en 2013 indicó que el 99,3 por ciento de las mujeres y niñas egipcias habían sufrido algún tipo de agresión sexual durante su vida y que más del 80 por ciento no se sentían seguras en la calle.