Los trabajadores de Alcoa aprueban el acuerdo para iniciar el cese de producción propuesto por la empresa
Vota a favor casi el 70% de la plantilla (con una participación del 76%) y el 30% en las contratistas
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29
Los trabajadores de Alcoa en San Cibrao (Cervo, Lugo) han aprobado en referéndum el acuerdo para poder iniciar el proceso de cese de producción de aluminio primario y posterior rearranque según las condiciones descritas en la propuesta que trasladó la multinacional.
Los resultados de la votación, difundidos por el comité de empresa a primera hora de la madrugada de este miércoles, sitúan en el 69,68% los apoyos al sí entre la plantilla, cuya participación alcanzó el 76%, de 1.063 trabajadores censados.
Así, de un total de 808 votos emitidos, el recuento arrojó 563 votos a favor (ese 69,68%), 196 votos en contra (24,26%), 40 votos en blanco (4,95%) y nueve votos nulos (1,11%).
Mientras, el resultado del referéndum en las empresas contratistas fue desfavorable para el acuerdo, con 180 votos emitidos: 54 a favor (30%), 105 en contra (58,3%) y 21 en blanco (11,7%).
Por tanto, el comité da por aprobado el acuerdo para iniciar el cese de la producción, una propuesta para dar solución al conflicto por el que, advierte, «siguen amenazados los puestos de trabajo y la continuidad» de la planta de aluminio.
NEGOCIACIÓN
El pasado jueves 23 de diciembre finalizó sin acuerdo la negociación entre Alcoa y el comité de la fábrica de San Cibrao tras cuatro jornadas maratonianas en Santiago. Fue entonces cuando los representantes de los trabajadores anunciaron que someterían a referéndum la última propuesta de la compañía.
De hecho, la empresa había lanzado en la víspera (el miércoles 22) un ultimátum al comité de empresa en el que fijó este martes 28 de diciembre como fecha límite –a las 14,00 horas– para que el acuerdo estuviese firmado.
La última oferta de la compañía pasa por una inversión de 103 millones de dólares (más de 90 millones de euros al cambio) para «la viabilidad futura y crecimiento de la planta», incluido el reinicio de las cubas de electrólisis en 2024 tras una parada de dos años, y como garantía se constituirá un depósito restringido por la misma cuantía.
De acuerdo con ella, Alcoa se compromete a trabajar con ocho suministradores de energía con los que ya está en contacto, para alcanzar acuerdos a medio y largo plazo (PPAs), que entrarían en vigor a partir del 2024 y tendrían una vigencia a 10 años.
Accede al seguimiento de estas negociaciones, así como de las inversiones y la evolución del acuerdo, a través de una mesa en la que estarían presentes el comité (dos miembros por sindicato), Xunta y Gobierno, con una frecuencia mensual los seis primeros meses y trimestral de ahí en adelante.
En cuanto al plan para los años 2022 y 2023, Alcoa ofrece garantía de facturación de las empresas auxiliares durante los dos primeros años, con contratos garantizados a tres años (2022 a 2024) de aquellas empresas externas directamente afectadas por el cese temporal. Además, habrá preferencia de contratación para las empresas de suministros y transportistas locales.
En lo tocante a inversiones en los dos primeros años, figuran unos 37 millones de euros para actuaciones como la reconstrucción de horno de cocción para ánodo grande; a lo que se unen más de 5 millones para un transformador nuevo (TRG) con ajustador de tensión, diseñado para 200.000 amperios; y un horno de homogeneizado (2,6 millones). Hay 31 millones reservados para el rearranque de las cubas en un proceso de seis meses a partir de 2024.
Igualmente, seguirá operativa la actividad en fundición y la planta de alúmina, con un plan comercial durante estos años, a razón de 65.000 toneladas anuales de tocho y previsión de venta de 25.000 toneladas anuales de placa. Los compromisos con los clientes no se verían afectados.
QUE SE LEVANTE LA HUELGA
Este acuerdo incluye la condición de que los trabajadores levanten la huelga y se comprometan a la paz social durante su vigencia.
En la planta de aluminio no se acometerán expedientes de despido colectivo (ni ERE ni ERTE), durante cuatro años, hasta el 31 de diciembre de 2025.
Así, los trabajadores afectados seguirán su calendario habitual. La dirección de planta indicará las tareas a realizar, incluyendo formación, sustituciones o actividades de mantenimiento y limpieza de instalaciones. En caso de ausencia de trabajo, se facilitará permiso retribuido por el periodo correspondiente.
A partir del 1 de enero de 2025, derivado de la formación y ejecución de inversiones, se realizarán las revisiones de aquellos puestos que así lo requieran.
Además, se harán los contratos directos a fecha de 1 de enero de 2023 de todos aquellos empleos temporales que, durante el año 2021, hubieran tenido un contrato de puesta a disposición.
Por su parte, habrá un convenio con vigencia de seis años, del 2020 al 2025. Entre otras cuestiones, recoge un incremento salarial del 2% anual, tanto en tablas como ayudas, pero sin cláusula de revisión del IPC.