Organizaciones muestran su «profunda preocupación» por la situación de la Atención Primaria
Un conjunto de 14 organizaciones han mostrado su «profunda preocupación» por la situación en la que se encuentra la Atención Primaria en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y las consecuencias que «puede tener para la seguridad asistencial del conjunto de ciudadanos», así como «la viabilidad futura de un modelo de atención avalado por un historial de excelentes resultados en salud».
El comunicado está firmado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) junto con la Federación de Asociaciones Defensa Sanidad Pública (FADSP), la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), el Foro Español de Pacientes (FEP), la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y de Atención Primaria (FAECAP), Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), Asociación de Pacientes con Pluripatologías Crónicas, Asociación Española de Trabajo Social y Salud (AETSyS), la Sociedad Española de Atención al Usuario de la Sanidad (SEAUS), Asociación de Administrativos de la Salud (AAS), Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Médicus Mundi y Consejo General de Trabajo Social, fruto del trabajo de análisis desarrollado durante 2021 alrededor del modelo de Atención Primaria.
Las sociedades que suscriben este manifiesto afirman que «una financiación adecuada y suficiente, el impulso de cambios organizativos, la innovación tecnológica orientada a la mejora de la capacidad de resolución, el prestigio socio-profesional de este nivel asistencial y la visión comunitaria» son «las claves sobre las cuales debe pivotar la reforma de la Atención Primaria para construir un modelo futurible».
En primer lugar, las entidades lamentan las «barreras para acceder a los Centros de Salud» que se han establecido «con el objetivo de evitar contagios y como consecuencia de la falta de personal, falta de locales, escasez de personal administrativo y, sobre todo, por importantes deficiencias de gestión».
«Hay problemas para conectar con los centros, se ha sustituido buena parte de la consulta presencial por la telefónica o telemática, se han generado importantes listas de espera. Para evitar acúmulos de personas en algunos centros, se obliga a los pacientes a esperar en la puerta de centros; y se han cerrado centros periféricos lo que aleja a la población rural de la atención de salud.
Ante este «deterioro progresivo» y la «situación crítica en la que se encuentra la Atención Primaria», las entidades firmantes reclaman «una financiación adecuada y suficiente que permita mantener y mejorar los valores de atención de proximidad, accesibilidad y longitudinalidad en la atención, enfoque integral y relación médico-paciente en el ámbito de la Atención Primaria».
«Esta financiación debería ser compartida entre el Estado, a través de la partida de los Presupuestos Generales del Estado asignada a la Sanidad, y las comunidades autónomas y debería inyectar una dotación extraordinaria para resolver el déficit previo que se viene arrastrando y adecuar los recursos profesionales, estructurales e infraestructurales a las demandas de atención que solicitan los ciudadanos», explican.
Así, consideran que esta dotación extraordinaria «permitiría subsanar la actual precariedad organizativa y asistencial». Pero, en cualquier caso, advierten de que el sistema «precisa de una previsión a largo plazo y en base a las necesidades futuras de salud de la población (envejecimiento, aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles, emergencia de patologías vinculadas a la crisis climática y ambiental global, reacción ante crisis pandémicas, etc.)».
«Es necesario recordar que existen estudios que demuestran que una adecuada dotación para una Atención Primaria fuerte consigue reducir los ingresos hospitalarios y las atenciones en urgencias, al tiempo que mejoran la esperanza de vida de la comunidad y reducen la mortalidad general», remachan.
Estas organizaciones achacan «buena parte de los problemas a los que la Atención Primaria hace frente a día de hoy» al «grave problema de déficit o carencia de profesionales, parcialmente debido a una mala planificación y, en gran parte, causado por las deficientes políticas de gestión de recursos humanos».
«La imagen de nivel asistencial pauperizado por los recortes, así como la altísima precariedad laboral, la no cobertura de interinidades, la demora en las ofertas públicas de empleo, hace que tanto profesional como socialmente, la Atención Primaria precise de mecanismos que prestigien el desempeño socio-profesional de este nivel asistencial», apuntan.