Casado dice que «nadie conocía» a Castells, el «décimo ministro que cae»: «Esto es como la novela Los diez negritos «
Critica que el Gobierno «no diga nada» ante la manifestación por el 25% en castellano y que se «tolere» que se señale al niño Canet
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha recalcado este viernes que «nadie conocía» al hasta ahora ministro de Universidades, Manuel Castells, y ha preguntado «qué ha hecho por la universidad y la educación». Tras asegurar que es el «décimo ministro que cae», ha señalado que «esto es como la novela de Los diez negritos», en alusión la obra policiaca de la escritora británica Agatha Christie.
Así se ha pronunciado en la Junta Directiva del PP de La Coruña, en la que también ha intervenido el presidente de la Xunta y del partido en Galicia, Alberto Núñez Feijóo. En el acto, donde también han participado el presidente del PP de La Coruña, Diego Calvo, se homenajeaba a los alcaldes fallecidos en el último año.
Casado ha afirmado que Castells es el «décimo ministro que cae». «Esto es como la novela de Los diez negritos , van cayendo. Unos por purgas por parte de Sánchez, otros porque ya no creen en el proyecto. Otros no sé ni por qué, porque nadie conocía al que se ha ido ayer ni nadie conoce al que viene», ha manifestado, en alusión a la entrada de Joan Subirats en el Ejecutivo como nuevo ministro de Universidades.
COMPARA LOS 16 MINISTROS DE ALEMANA CON LOS 22 DE ESPAÑA
El presidente de los populares ha señalado que Pedro Sánchez tiene 22 ministros, el Gobierno «más grande que ha habido para hacer menos», y ha subrayado que el canciller alemán, Olaf Scholz, optó por 16 ministros cuando tiene «mucha más población» que España.
«Con 22 ministros y con tanto cambio, habrían que decir para qué sirven. Se va el ministro de Universidades, ¿qué ha hecho por la universidad española y por la educación?», se ha preguntado, para criticar que el Ejecutivo no se esté «ocupando» de lo que está ocurriendo con la educación en España.
En este punto, ha criticado la «ley sectaria» promovida por el PSOE que está recurrida ante el Tribunal Constitucional porque «no deja que haya calidad educativa» sino que «permite que los niños pasen de curso con suspensos», al tiempo que «no permite elegir el colegio concertado o de educación especial», según Casado.
NIÑOS A LOS QUE «NO DEJAN IR AL BAÑO POR HABLAR CASTELLANO»
A renglón seguido, Casado ha criticado que, cuando se está produciendo «el señalamiento de un niño de cinco años» en Canet de Mar (Barcelona) –cuyos padres ganaron en los tribunales un 25% de escolarización para su hijo en castellano– se celebre este sábado una manifestación en contra del fallo contra el castellano «con todos los nacionalistas, que son los socios de Sánchez, y el Gobierno no diga nada».
«¿Se puede tolerar de verdad que a un niño de cinco años se le pida apedrear y aislar en clase? ¿Se puede tolerar que haya profesores con instrucciones para no dejar ir al baño a niños porque hablan en castellano? ¿Se puede tolerar que haya niños que porque hablan en castellano en el recreo les metieran piedras en la mochila? ¿Se puede tolerar que a los hijos de la Guardia Civil y la Policía Nacional se les señale en clase y se diga que esos niños no pueden estar integrados?», se ha preguntado.
Casado ha afirmado que eso es lo que están haciendo, «no solo ERC, Junts y la CUP» sino el PSOE, «el partido que les hace imprescindibles a nivel nacional» y «gobierna con ellos en 40 ayuntamientos». Según ha añadido, Sánchez es presidente porque así lo quieren los independentistas, con los que se han negociado los Presupuestos.
A este respecto, ha preguntado si «alguien entiende» que la negociación presupuestaria consista en pagar con los impuestos de los españoles a «plataformas extranjeras para que produzca contenidos en catalán».
«¿Por qué no se hace en gallego o para fomentar los vinos de La Rioja? ¿O por qué no se plantea que Netflix tenga que colgar un reportaje del camino de Santiago o del románico palentino?», ha enfatizado, para criticar que se haya llegado a «este nivel de cerrazón» y que la libertad de empresa y el prestigio de la cultura «pase por el aro de lo que piden los independentistas».