Investigadores del CIBER descubren uno de los mecanismos que promueve la esteatohepatitis no alcohólica

Un estudio publicado en Cell Molecular Gastroenterology and Hepatology (CMGH) , en el que ha participado el Centro de Investigación Biomédica en Red en el Área temática de Enfermedades Hepáticas (CIBEREHD), ha descubierto uno de los mecanismos que promueve la esteatohepatitis no alcohólica.

Concretamente, el estudio, que ha sido codirigido por José C. Fernéndez-Checa, jefe del grupo del CIBEREHD en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, junto con investigadores de la Universidad de Ulsan (Corea del Sur) describe que el receptor 4 de la esfingosina 1-fosfato (S1PR4, por sus siglas en inglés) promueve la esteatohepatitis no alcohólica al activar el inflamasoma NLRP3.

La esteatohepatitis no alcohólica es una etapa avanzada de la enfermedad del hígado graso que puede progresar a cirrosis y carcinoma hepatocelular, y una de las enfermedades crónicas hepáticas más prevalentes debido a su asociación con la obesidad y diabetes tipo 2. Aunque los mecanismos responsables de la enfermedad no son del todo conocidos, la presencia de inflamación es un proceso crucial que contribuye a la progresión de la esteatohepatitis.

La esfingosina 1-fosfato es un lípido bioactivo que regula múltiples funciones celulares a través de su acción sobre receptores específicos, de los cuales se conocen 5 isoformas (S1PR1-5). Los investigadores demuestran una inducción de S1PR4 en esteatohepatitis, tanto en modelos experimentales como en pacientes, cuya expresión se produce predominantemente en macrófagos.

La delección de S1PR4 en modelos genéticos protege frente a la progresión de esteatohepatitis mediante la desactivación del inflamasoma NLRP3. De relevancia traslacional, los investigadores desarrollan un nuevo antagonista de S1PR4, SLB736, que es capaz de proteger a ratones frente al desarrollo de esteatohepatitis, al inactivar al inflamasoma NLRP3 en los macrófagos.

La linfopenia es uno de los efectos adversos de otros antagonistas no específicos de S1PRs como el FTY720, que fue desarrollado para el tratamiento de la esclerosis múltiple y que se ha utilizado de forma experimental en esteatohepatitis. «A diferencia de FTY720, la acción terapéutica de SLB736 no impacta sobre el número de linfocitos, lo que abre la puerta a su posible uso como nuevo tratamiento para esteatohepatitis», aseguran los investigadores.

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