Fernández (PP) cree que la inmersión «no es un modelo de éxito» y vulnera derechos lingüísticos
Dice que Juvillà (CUP) recorrerá «el mismo camino que Torra» tras su inhabilitación
BARCELONA, 14
El presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, ha afirmado que la inmersión lingüística, «a parte de ser ilegal como dicen los tribunales, no es un modelo de éxito» y cree que vulnera derechos lingüísticos, en referencia a la familia de Canet de Mar (Barcelona) que exigió el 25% de clases en castellano.
Lo ha dicho en declaraciones a los medios tras reunirse junto con el líder del PP, Pablo Casado, con asociaciones en defensa del bilingüismo en Cataluña, como Asamblea Escuela Bilingüe, SCC, S ha Acabat, Impulso Ciudadano, Universitaris per la Convivència, Convivència Cívica Catalana, AMES y Ampas Paralel.
«Si fuera un modelo de éxito, ¿cómo es posible que los mismos nacionalistas denuncien que el uso del catalán está en niveles inferiores a los del franquismo? ¿No será que el modelo de inmersión ni siquiera es positivo para el fomento del catalán?», ha cuestionado.
Para Fernández, el uso del catalán ha bajado porque «ha sido impuesto y politizado, y ha pasado a ser una lengua antipática y lejos del uso de los jóvenes».
También ha criticado que el Govern dé subvenciones a la producción cultural que le es afín –en sus palabras– y ha ironizado: «Creo que Josep Pla no necesitó nunca de una subvención para llevar con dignidad el catalán por el mundo».
Además, ha asegurado que el catalán es una lengua «profundamente española» y ha pedido a que sea defendida y promocionada con los mismos instrumentos que el castellano.
Sobre la familia de Canet, ha advertido de que «no vale la pena el señalamiento de un niño para defender el uso del catalán» y exige hacer las cosas de otra manera, porque no ve ni moral ni humano el acoso que, a su juicio, se les ha hecho.
JUVILLÀ
Preguntado por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que inhabilita al secretario tercero de la Mesa del Parlament, Pau Juvillà (CUP), durante seis meses por desobediencia, ha defendido que «las sentencias se tienen que cumplir».
«El mismo camino que acabó recorriendo (Quim) Torra, será el camino que se produzca ahora», ha vaticinado y ha incidido en que a medida que se vayan sucediendo los acontecimientos anunciarán su posición al respecto, pero que esperan que se cumpla el Estado de derecho.